Las fianzas de responsabilidad civil, al contrario que las penales (que se fijan para evitar que el investigado pueda eludir la Justicia), se imponen para garantizar que las indemnizaciones que contemple la futura sentencia podrán ser cubiertas con dinero. La cuantía acordada en el caso de la CAM supera en mucho las fijadas en grandes procesos bancarios como, por citar un ejemplo reciente, los 800 millones que se impusieron inicialmente a Bankia por su salida a bolsa que después se rebajaron a 34.