El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte de que la red de seguridad financiera global protege de forma desigual a las diferentes economías, dejando especialmente desprotegidas a las emergentes, ante lo que insta a «mejorar» y «fortalecer» esta red a través de reformas.

La institución presidida por Christine Lagarde aborda en un informe la situación de la red de seguridad financiera global, que comprende desde las reservas de divisas, acuerdos de swap entre bancos centrales, los acuerdos de financiación regionales y recursos del propio FMI. En concreto, la institución destaca que esta red de seguridad se ha expandido de forma «significativa» durante la crisis, con la acumulación de reservas por parte de los países, el aumento de los acuerdos entre diferentes países y el mayor acceso a los recursos del FMI. Sin embargo, la institución destaca que pese a que este sistema es «diversificado y flexible», no protege por igual a los distintos países.

«La cobertura de la red de seguridad es desigual, con brechas de financiación considerables en numerosos países», indica la institución, en referencia a las economías emergentes. Por otro lado, la institución reconoce que numerosos países optan por no acudir al FMI para evitar los costes políticos y no tener que «ajustar» su política. Además, admite que su financiación puede ser «relativamente lenta» de aprobar y estar disponible al ser necesario discutir las condiciones del programa.