Los principales ejecutivos de la CAM encontraron en los vídeos corporativos la forma de aleccionar a la plantilla sin necesidad de intermediarios. Una herramienta que fue especialmente útil para transmitir tranquilidad y una falsa imagen de normalidad a los trabajadores en los momentos más delicados. Así, en 2008 el entonces director general de la entidad, Roberto López, alardeaba del éxito de las cuotas, que años más tarde arruinarían a miles de ahorradores, mientras el Banco de España ya investigaba sus cuentas. Dos años después, su sucesora, María Dolores Amorós, también utilizaba este mismo método para defender la «honestidad» y «transparencia» de su actuación después de que Cajastur decidiera romper su alianza con la caja alicantina al conocer que sus cuentas no reflejaban la realidad. Aquí va un resumen de algunos de estos vídeos, que los suscriptores del diario pueden visionar en su totalidad.