La automovilística Seat registró un beneficio de seis millones de euros en el ejercicio 2015, lo que supone volver a los «números negros» después de seis años con pérdidas, según anunció ayer el presidente de la compañía, Luca de Meo. El ejecutivo celebró que estas cifras suponen una «notable mejora» respecto a los resultados de 2014, cuando Seat registró unas pérdidas de 65,7 millones de euros, y aseguró que supone un primer paso para garantizar una rentabilidad sostenible en el futuro. Para lograrlo, la marca lanzará el próximo año su primer SUV, que se fabricará en Martorell.

Por otro lado, el vicepresidente de Seat, Holger Kintscher, confirmó que el Grupo Volkswagen se hará cargo de la totalidad de los costes relacionados con el caso de los motores manipulados, y que no obligará a las marcas a provisionar ninguna partida.