El centro de oficios de Coepa se encuentra en estos momentos en un estado de «claro abandono» y «desuso», con suciedad en la mayoría de sus instalaciones y desprovisto de buena parte del material que sería necesario para impartir la formación a la que, suspuestamente, debería estar dedicado. Así lo concluye un informe elaborado por el Ayuntamiento de Alicante tras la visita que realizó al inmueble la comisión municipal que analiza la posible recuperación del edificio por parte del consistorio.

El crédito de 3,9 millones que pesa sobre este centro está a punto de llevar a la patronal alicantina el concurso de acreedores, que sólo puede evitar esta situación si el Ayuntamiento de la capital accede a quedárselo, puesto que ya se ubica sobre una parcela municipal. Sin embargo, lo que estudia el consistorio es la posibilidad de reclamar el edificio alegando que no se ha cumplido el convenio de cesión, ya que en estos momentos ya no se imparte formación, como exigía el contrato.

Un primer informe de los servicios jurídicos advertía de que, para presentar esta opción, primero debían obtenerse pruebas de que, efectivamente, se había abandonado la actividad, lo que parece que hizo la citada comisión municipal.

En este nuevo informe, destaca que, con excepción del área de recepción y las aulas de la entrada, el resto del recinto «aporta una clara imagen de abandono y desuso», acumulándose «polvo y suciedad en la mayor parte de las dependencias». Pero, además, señala que aulas como las de fontanería o carpintería están desprovistas «de maquinaria a la vista que indique su uso más o menos reciente». Lo mismo ocurre en el aula de hostelería, donde se echa en falta «cualquier material útil para la impartición de cursos». Lo mismo ocurre en el simulador de la construcción, donde no hay hormigoneras ni herramientas. Para confirmar sus sospechas, el consistorio consultó incluso a los vecinos, que corroboraron la falta de actividad. Ante esta situación, el informe advierte de que sería necesaria una «intensa labor de limpieza» y «una importante inversión de medios técnicos» para ponerlo en funcionamiento si, finalmente, se lo queda.