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«El sector turístico cubano es una gran oportunidad para las empresas alicantinas»

El máximo representante del Gobierno cubano en España busca inversores para los nuevos proyectos económicos del régimen castrista

«El sector turístico cubano es una gran oportunidad para las empresas alicantinas»

El restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y las reformas que están llevando a cabo han despertado el interés de las empresas de todo el mundo por hacer negocios en Cuba, ¿qué es lo que van a encontrar allí?

Se van a encontrar un país en transformación, que busca actualizar su modelo económico para hacerlo más eficiente y generar más riqueza con la que mantener el desarrollo social que tenemos. Y se va a encontrar gente educada y hospitalaria, con mucho deseo de continuar desarrollando su país.

Desde el punto de vista económico, ¿cómo está el país en estos momentos?

El año pasado tuvimos un crecimiento del PIB importante, que llegó al 4%, aunque todavía esa cifra no es suficiente para suplir carencias que tenemos en algunos sectores. Por ejemplo, la producción de alimentos que, aunque creció, no es suficiente para garantizar una dieta suficientemente variada. Los cubanos consumen 3.500 kilocalorías al días -la OMS recomienda al menos 2.500- pero más de la mitad son azúcares. En definitiva, tenemos algunos temas que resolver que son urgentes pero queremos hacerlo a una velocidad que no destruya los equilibrios que hemos logrado, como son la seguridad ciudadana, la estabilidad política, una educación de primer nivel o una salud pública universal.

Esa actualización del modelo económico que comentan consiste básicamente en abrirse a la iniciativa privada y al capital extranjero, ¿cómo casa eso con el modelo socialista?

Ése es uno de los temas donde yo creo que puede haber el mayor aporte que Cuba puede hacer a los modelos socialistas. Hasta ahora el único empleador era el Estado y el pequeño negocio. Hoy nosotros estamos diciendo que vamos a combinar varios tipos de propiedad. Vamos a conservar los medios fundamentales de producción en manos del Estado y la economía seguirá funcionando con un método de planificación socialista, pero aceptamos que funcione la ley del valor. Es decir, miramos al mercado como una institución que existe y que funciona, lo que significa que habrá nuevos tipos de propiedad: cooperativas, que son más sociales todavía; y pequeña y mediana propiedad privada y ahí es donde está la transformación más importante que estamos haciendo. Mire en Cuba hay 9.000 restaurantes estatales, nuestro plan es que sólo unos 300 queden en manos del Estado y el resto pasen a propiedad privada. ¿Qué es lo que vigilaremos? Pues evitaremos que alguien tenga 17 restaurantes, que haya una concentración excesiva de la propiedad.

¿En qué condiciones tienen que entrar las empresas privadas que vayan a Cuba? ¿Deberán crear cooperativas, asociarse al Estado... ?

Hemos actualizado la ley para evitar ambigüedades y las empresas extranjeras puede asociarse con la empresa cubana o puede establecer un negocio 100% por su cuenta. ¿Qué sucede? Que no pueden llegar a Cuba y decir "Yo quiero hacer una fábrica de vasos". Nosotros le diremos si necesitamos o no una fábrica de vasos o si lo que nos faltas son copas.

Es decir, que admiten que vaya inversores extranjeros pero a los sectores que ustedes determinen.

Exacto, hay una política de inversión extranjera, hay sectores donde queremos que se invierta y los hemos identificado.

¿Y cuáles son esos sectores, cuáles pueden interesar más a los empresarios alicantinos?

Hay varios. La ley obliga al Gobierno a presentar cada año lo que hemos llamado una cartera de «oportunidades y negocios» y se establecen más de 300 posibilidades, divididas en 15 sectores. Por ejemplo, en el sector del transporte hay oportunidades de negocio en el sector ferroviario, también en el ensamblaje de automóviles. También en el sector de la electricidad, donde queremos potenciar la energía eólica y ya hemos identificado dónde hay suficiente viento para instalar nuevas centrales. Y aquí en Alicante veo una gran oportunidad para el sector de la producción de alimentos, que es uno de los sectores que queremos potenciar. Aún importamos muchos productos del exterior para alimentarnos.

¿Y el sector turístico, que es el que más peso tiene en Alicante?

Es uno de los sectores que más proyectos presenta. Cuba tiene que construir más de 20.000 habitaciones en los próximos años porque tenemos 62.000 y no son suficientes. Hemos tenido un crecimiento del turismo del 14% con respecto al año anterior y en el mes de enero ya sube otro 15%. Por tanto yo creo que el sector turístico cubano puede ser una gran oportunidad para las empresas alicantinas.

Hablamos de inversión pero hay muchas empresas que lo que quieren es exportar a Cuba, ¿la revisión de sus leyes también favorece que puedan entrar más productos extranjeros?

Sí, y las potencialidades son ilimitadas porque, como hemos comentado, el consumo en Cuba está creciendo: si tienes un 15% de visitantes más cada año, tienes que consumir más o, si tienes que construir más hoteles, tendrás que comprar más cemento. También el salario promedio está aumentando, la gente demanda más.

La naviera Baleària, que tiene su sede en Dénia, ya ha solicitado permiso para abrir un ferry entre Florida y La Habana y ya dispone de los premisos de las autoridades estadounidenses, ¿cómo está la situación desde su lado?

Tenemos constancia de que hay varias empresas que tienen ya la licencia de Estados Unidos para operar una línea de ferry con Cuba pero es que, mire, lo hicieron sin decirnos nada. Nosotros no tenemos ni terminal de ferry ni en nuestros planes de desarrollo estaba tener este transporte. Primero tendremos que decidir si nos interesa o no y cómo lo regulamos. Estados Unidos un día decidió que ya no funcionaban más los ferrys a Cuba y ahora decide lo contrario. Bueno (se encoge de hombros).

Obama ha anunciado que va a visitar la isla dentro de unas semanas, ¿qué va a suponer esa visita?

No cabe duda de que es un hito en las relaciones bilaterales, hace 88 años que un presidente norteamericano no visitaba Cuba y creo que la visita le permitirá conocer más de cerca nuestro país. Y ojalá que esta visita contribuya a que el presidente utilice aún más las facultades que tiene para avanzar aún más en la relación con Cuba.

Creo que no están muy contentos con la velocidad a la que se produce el levantamiento del bloqueo. ¿Esperaban que fuera más rápido?

No es que pensáramos que iba a ser más rápido, es que sabemos que puede ir más rápido. A pesar de los anuncios que se han hecho, todavía se limita mucho lo que Cuba puede hacer en Estados Unidos. Por ejemplo, no se permiten exportaciones cubanas a Estados Unidos, no podemos usar el dólar en nuestras transacciones... Pero nosotros sabemos que Obama tiene muchas posibilidades, que prácticamente puede dejar el bloqueo en un caparazón y quitarle la sustancia y no ha dado suficientes pasos.

¿Es sólo Estados Unidos el que tiene que hacer esos esfuerzos, no les corresponde nada a ustedes?

Nosotros no tenemos un sistema de sanciones para empresas norteamericanas y los norteamericanos en Cuba son bienvenidos y tratados con hospitalidad. No hay ningún odio por nuestra parte. Los obstáculos están del otro lado.

¿Cree que un cambio político en la Casa Blanca puede truncar este proceso de deshielo o cree que el cambio ya es imparable?

Sería muy aventurero responder a esa pregunta porque hay muchos candidatos y Cuba no ha sido un tema particularmente importante en la campaña. Lo que yo he sentido es que la sociedad civil norteamericana, que el empresariado y que el propio Congreso están pidiendo que se continúe el proceso.

¿Hubiera sido posible este proceso de actualización, como ustedes lo llaman, si se hubiera mantenido Fidel Castro en el Gobierno, en lugar de su hermano Raúl?

Siempre hubo la voluntad cubana, expresada por Fidel Castro, de normalizar las relaciones con Estados Unidos, si se nos trataba en pie de igualdad.

¿Cómo están las relaciones con el Gobierno español, con el que ha habido muchos momentos de tensión, como, por ejemplo, a raíz del caso Carromero?

Eso fue muy temprano en el Gobierno de Rajoy, ya es un hecho antiguo. Yo creo que ha habido una comunicación buena y eso ha permitido solucionar situaciones como ésta con mucho pragmatismo, conscientes de nuestras diferencias ideológicas -que son insalvables- pero nos hemos manejado bien. Mire que el intercambio comercial es el más grande de la historia entre ambos países.

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