Seis empresarios, encargados de obra y arquitectos aceptaron ayer declararse culpables de un delito contra los derechos de los trabajadores, en concurso con otro de lesiones imprudentes, por las heridas que sufrió un encofrador como consecuencia de un accidente laboral ocurrido en una obra de Alicante en el año 2007. En consecuencia, la Fiscalía ha aceptado rebajar de cinco a un mes y medio de prisión la condena -que puede sustituirse por una multa- además del pago de una indemnización para la víctima de más de 150.000 euros.

Los hechos sucedieron el 21 de marzo de 2007, cuando el operario trabajaba en la colocación de una armadura en la base del sótano del nuevo edificio, en la confluencia de las calles Santa Cecilia y La Fora. Justo cuando instalaba un tablero de encofrado en un lateral de la losa de cimentación, una parte del talud de tierra se le vino encima y lo sepultó, al carecer de elementos de contención. El trabajador sufrió varias fracturas vertebrales por aplastamiento y roturas de algunos huesos, lesiones que le dejaron secuelas, sobre todo en las extremidades.