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Los alimentos de primera necesidad más demandados con la crisis suben de precio

La patata y el aceite cuestan entre un 14,4% y un 22% más que hace un año

Los alimentos de primera necesidad más demandados con la crisis suben de precio isabel ramÓN

La letra pequeña de las grandes cifras de la evolución a la baja de los precios al consumo en el último año esconde sus sorpresas. Mientras el IPC cerraba en enero en negativo (-0,3%)en negativo , productos como las patatas o el aceite se disparaban hasta el 14% y el 22%, respectivamente. Meses de tasas en descenso por la caída de las tarifas del petróleo o de la electricidad han desviado la atención de otros productos básicos de la cesta de la compra de muchos hogares, sobre todo sin recursos, y que han supuesto -y suponen aún- gran parte de la alimentación familiar en los años de crisis.

Hace unos días, Joaquín, un jubilado de 71 años, con 600 euros de pensión, admitía que su cocina diaria se componía de patatas, carne y pescado congelado. No fresco. Si en la mayoría de las casas un plato caliente semanal de patatas con almejas o carne es una opción saludable, en las que los recursos son escasos suele ser una solución eficaz, barata y «repartidera». Y más en época de estrecheces económicas.

Sin embargo, en el último año este guiso ha resultado un 14% más caro para los hogares, según los últimos datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondientes al mes de enero. Las razones podrían encontrarse en las grandes importaciones de patatas, sobre todo de Francia, que han encarecido el precio, según han publicado algunos medios.

Los agricultores provinciales, sin embargo, no coinciden con estas evoluciones al alza de las tarifas de este producto. «La patata está tirada», replicaba Eladio Aniorte, presidente de la organización agraria Asaja-Alicante refiriéndose al precio que se paga en origen. Asegura que en el campo «está a menos de 30 céntimos, aunque en los supermercados sí suben». Este es el reflejo de la eterna lucha de los productores por que no exista una brecha importante entre los precios en el campo y a los que compra el consumidor final en los comercios.

Aceite más caro por la sequía

Pero antes de poner las patatas en la olla, el cocinero necesita echar un chorrito de aceite si quiere hacer un sofrito. Y este producto básico de la cesta de la compra se ha encarecido un 22,1% en un año en España. Al parecer, el estrés del olivo por los largos meses de sequía ha afectado al fruto y a la cosecha, por lo que los precios han subido, según algunos medios especializados.

Las etiquetas del aceite en un supermercado de Alicante marcaban ayer precios que oscilaban entre los 4,10 euros el litro de extra virgen de oliva, los 3,25, el de oliva, y 1,22 el de girasol.

El consumidor se habrá ahorrado algo en la preparación de este plato si le ha echado carne de ovino, que en el último año ha bajado un 0,6% o de porcino, que lo ha hecho en un 2,1%. Sin embargo, la de vacuno ha subido ligeramente un 0,1% y el precio de otras carnes se ha elevado un 0,3%.

El pan también ha bajado un 0,1%. El precio mínimo de una barra que ayer aparecía en un supermercado era de 0,37 céntimos. Y la bebida elemental de toda comida, como es el agua, se ha encarecido en un año un 1,3%.

¿Carne o pescado?

Pero si la opción del segundo plato no ha sido la carne, sino el pescado, a cualquier familia alicantina le ha costado un 10% más, tanto el fresco como el congelado. Los crustáceos o moluscos -menos habituales en el menú diario de los hogares- resultaron, sin embargo, en enero sólo un 3,1% más caros en variación anual.

Sí ha salido un poco más barata esa tortilla de patatas o francesa que sirve tanto para un tentempié, como para el complemento de la comida del mediodía o una cena ligera por la noche. Los huevos han bajado de precio en el último año y cuestan un 0,6% menos. También tomar la leche en el desayuno o acompañando al café ha salido más barata. Un 3,9% menos, según los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC).

Y las saludables verduras, igualmente, cuestan un poco menos. Las legumbres y hortalizas frescas han bajado su precio un 3% en el mismo periodo de tiempo.

Ahora sí, la fruta se ha encarecido un 6,4% y el café, cacao o las infusiones resultan ahora un 1,2% más caros.

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