Frente a la competencia que suponen las grandes superficies de «trabajárselo uno mismo» o la importación asiática de muebles, José Tárrega (fabricantes) y Víctor Sánchez (comercio) lo tienen claro. El servicio de calidad en venta y postventa y del propio producto «no tienen nada que ver con aquello», coinciden. En la comparativa, Sánchez explica que «la diferencia de un sofá no es la tela. Es lo que hay dentro. Lo importante es lo que no se ve: el armazón. La calidad», resume.