El consell confederal de CC OO-PV anunció ayer que la organización liderada por Paco Molina «intensificará la presión sindical» si el Consell no convoca las mesas de diálogo social. Estos acuerdos pactados entre patronal, sindicatos y Generalitat sellados en ocubre de 2015 en presencia del jefe del Ejecutivo autonómico, Ximo Puig pretenden impulsar la economía y los sectores productivos, así como las inversiones en bienestar social y servicios públicos.

La central sindical, que reunió a su órgano de gobierno horas antes de celebrar los actos del 50º aniversario y al que acudieron Puig, así como los consellers Vicent Soler, Manuel Alcaraz, Rafael Climent, Manolo Alcaraz y Gabriela Bravo, convocará asambleas de trabajadores para que «en el supuesto de no avanzar en esa concertación con el Consell plantear un calendario de movilizaciones con carácter ascedente».

A la hora de hacer balance, la central sindical resaltó su contribución a la transformación de la Comunidad Valenciana y constató que la afiliación ha pasado de 101.210 a 98.737 afiliaciones entre 2015 y 2014, lo que supone una pérdida neta de 2.473 personas, el 2,44%. Comisiones alcanzó los 9.955 delegados y finalizó el año con una diferencia de 580 respecto a UGT.

La organización sindical también aprobó la previsión de gastos e ingresos para 2016. La propuesta del sindicato, presentada por el secretario de Finanzas, Joan Calatayud, ha sido elaborada calculando una disminución del 2 % de la afiliación, así como con la desaparición, de nuevo, de los ingresos para formación. El volumen global de los presupuestos baja en más de un millón respecto al ejercicio de 2015, situándose en 15.222.771,33 euros.