Ya no son sólo las cifras macro y las grandes empresas, la mejora de la economía también empieza a calar entre los negocios de menor tamaño, los que regentan los autónomos. Así, más de la mitad de los trabajadores por cuenta propia de la Comunidad Valenciana lograron finalizar el año pasado con un incremento de su facturación y la mayoría también tiene buenas perspectivas para este ejercicio, de acuerdo con el Barómetro que ayer presentó la asociación ATA tras encuestar a más de un millar de estos profesionales en la autonomía.
«Está claro que la situación todavía no es boyante, pero la tendencia es muy positiva y la mayoría ya percibe la mejora», señaló el presidente de ATA en la Comunidad Valenciana, Rafael Pardo. Tanto es así, que siete de cada diez autónomos está convencido de que la economía va a seguir al alza a lo largo de este 2016 frente a sólo un 26,2% que considera que la recuperación podría interrumpirse.
Este mismo grado de optimismo también se mantiene cuando se les pregunta por la evolución concreta de su negocio. Hasta el 51,6% asegura que cerró 2015 con cifras positivas, otro 18,1% logró mantener su facturación y sólo un 29,6% vio caer sus ingresos. Este último dato es especialmente significativo porque se encuentra muy cerca del que se daba en los años de bonanza cuando, a pesar de la expansión económica que se registraba, un 25% de los encuestados aseguraba que su negocio caía, por lo que se considera que esa sería el porcentaje normal de respuestas negativas.
Eso sí, la mejora de los que consiguieron aumentar su cifra de negocios tampoco fue espectacular, y en el 55% de los casos ese incremento ni siquiera alcanzó el 10% sobre los números del ejercicio anterior.
De cara al nuevo año que acaba de comenzar, las previsiones también son «buenas», según Pardo, ya que hasta el 81,3% de los autónomos encuestados en la Comunidad Valenciana cree que su negocio seguirá creciendo (41,7%) o se mantendrá (39,6%), mientras que apenas un 14,4% se muestra pesimista y augura que le irá peor. Y eso a pesar de que aún existen algunas sombras de duda en el horizonte.
«La demanda interna todavía es débil aunque este año se ha reactivado mucho al mejorar la confianza, que ha sido clave para que vuelvan a consumir muchas familias y empresas que no tenían problemas económicos, pero que dejaron de gastar por temor a lo que pudiera pasar en el futuro», explica el presidente de ATA en la Comunidad Valenciana.
Incertidumbre política
Otro de los factores que revela la encuesta es el temor de los autónomos ante la actual incertidumbre política, que se refleja en las perspectivas de contratación. Así, un 34,3% de los autónomos valencianos espera emplear nuevos trabajadores a lo largo de este año y otro 44,1% tiene claro que seguirá como hasta ahora, pero lo sorprendente es que existe un 21,6% de los consultados que no es capaz de responder a la pregunta. Una indecisión que ATA atribuye al desconocimiento de las políticas que desarrollará el nuevo Gobierno. «Se ha notado ya en las nuevas altas da autónomos del mes de enero, que han sido peores que las registradas en el mismo mes de 2015 y 2014», explica Rafael Pardo. Igualmente, también sigue siendo un problema la elevada morosidad, que afecta al 44% de los autónomos.
En el apartado positivo, el Barómetro de ATA revela que el crédito empieza a fluir con cierta normalidad hacia el colectivo. Así, hasta el 55,7% de los autónomos que el año pasado se acercaron a una entidad bancaria para negociar un préstamo (aproximadamente un tercio del total) consiguieron su objetivo y obtuvieron la financiación deseada. Además, como señala Pardo, lo hicieron a un precio bastante menor que en años anteriores «ya que la caída de los tipos en los mercados financieros se empieza a notar -aunque no con la velocidad esperada- en los intereses que aplican los bancos a sus créditos».
