El principal indicador de la Bolsa española, el Ibex 35, se desplomó ayer un 4,44% en su peor jornada desde el pasado 24 de agosto, que le llevó a perder los 8.200 puntos y ha situarse en unos precios desconocidos desde julio de 2013. Un nuevo «lunes negro» provocado por los temores acerca de un frenazo en la economía mundial, alimentado por el menor crecimiento de China y los efectos de la caída del petróleo sobre las economías emergentes, según los expertos.

Así, con la prima de riesgo al alza en 155 puntos básicos, el Ibex 35 se dejó en esta jornada 377,40 puntos, el 4,44%, hasta 8.122,10. En el año acumula una caída del 14,90%.

La Bolsa española abrió la sesión con un alza del 0,31%, animada por el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, que conseguía mantenerse en esos momentos en niveles de la jornada anterior (34,4 dólares). Sin embargo, apenas unos minutos después, los datos de las reservas chinas de divisas extranjeras, que se redujeron en 99.500 millones de dólares en enero, arrastraban a las bolsas mundiales hacia las pérdidas.

De esta manera, el Ibex 35 retrocedía el 2,68% a mediodía, en línea con el resto de plazas europeas, afectadas además por la incertidumbre política en Grecia, cuya bolsa se desplomó ayer un 7,87 %, hasta mínimos de hace 20 años. Sin referencias desde la Bolsa de Shanghái, cerrada por la celebración del año chino lunar, el descenso del barril de crudo Brent hasta 33,3 dólares unido a los futuros de Wall Street, que auguraban una apertura a la baja, marcaron el resto de la sesión. Al final Nueva York cedió un 1,68% en los primeros compases y ello provocó que las principales plazas europeas ahondaran en sus pérdidas, lo que en el caso del Ibex 35 se tradujo en mínimos del día, a punto de perder el nivel de los 8.000.

Los inversores en el parqué neoyorquino, además de verse envueltos en la espiral bajista del resto de bolsas mundiales, parece que empiezan a convencerse de que la Reserva Federal de EE UU (Fed) puede subir los tipos de interés en más ocasiones de lo previsto durante el año, cuando parece que la economía mundial no está preparada aún para un aumento del valor del dólar.

Miedo a la deflación

Además, ante la incertidumbre política en España, el Ibex 35 se ve influenciado por una ola de negativismo ante el menor crecimiento global y la posibilidad de una deflación, que le hace reaccionar con al menos nueve meses de antelación. Todos los grandes valores del Ibex 35 cerraron en negativo, encabezados por Banco Santander, el 6,21%; Repsol, el 5,93%; BBVA, el 5,61%; Inditex, el 2,98%; Telefónica, el 2,96% e Iberdrola, el 1,59%.

Todas las empresas que cotizan en el principal índice bursátil nacional cerraron a la baja y la mayor caída la registró Banco Popular, con un descenso del 7,32%, seguida de IAG, que retrocedió un 7,3%, y ArcelorMittal, el 7,17%.

Para el estratega de mercados de IG Daniel Pingarrón «da la sensación de que los grandes inversores no quieren participar en un mercado repleto de interrogantes hasta que haya algún elemento que aclare el panorama. Y nadie sabe dónde puede aparecer ese elemento, si en los bancos centrales, si en los datos macro, si en unos precios más bajos que los actuales».