Los vaticinios se cumplieron y, por primera vez desde su creación, el euríbor a doce meses cotizó ayer a tipos negativos del -0,002%, con lo que la media mensual de febrero, tras sólo cinco días de negociación, se situaría en el mínimo histórico del 0,005%. El indicador ya cerró enero en mínimos históricos cerca de cero (0,042%), lo que permitirá a las familias hipotecadas hace un año que revisen su préstamo ahora en febrero ahorrarse entre 85 y 200 euros anuales.

Hasta ayer, nunca se había dado el caso de que el euríbor a doce meses cotizara a tipos negativos, algo que sí ha ocurrido en otros plazos más cortos. Este indicador refleja el precio al que los bancos de la zona euro se prestan el dinero entre sí, un coste que se ha desplomado desde que el Banco Central Europeo decidió cobrar a las entidades -un 0,30%- por tener depositados su fondos, con la intención de incentivar la concesión de préstamos. De esta forma, en estos momentos a los bancos les resulta más rentable prestar sus excedentes a otras entidades -incluso pagándoles a cambio de que tomen este dinero a crédito- antes que mantenerlos «aparcados» en el BCE.

Hay que retroceder hasta julio de 2008 para encontrar el máximo histórico del euríbor, que fue del 5,393%, y a partir de ese momento tomó una trayectoria a la baja que se paró en 2010, y que retomó a mediados de 2011.

Las repercusiones

La entrada en negativo del euríbor permitirá que los intereses que pagan los hipotecados sigan disminuyendo, ya que esta cifra se irá restando del diferencial que tenga pactado cada cliente con su entidad. En lo que no se ponen de acuerdo los expertos es sobre lo que ocurrirá cuando esa tasa negativa supere el diferencial. Desde la patronal bancaria, la Asociación Hipotecaria Española, aseguran que, simplemente, se quedará como un crédito a tipo cero pero que, en ningún caso, el banco deberá pagar a sus clientes. Aseguran que esto iría contra el espíritu del contrato de hipoteca, en que es la entidad la que presta un servicio y, a cambio, debe obtener algún beneficio.

Sin embargo, otros expertos defienden que los bancos sí deberían abonar una cantidad a sus clientes si el euríbor negativo supera el diferencial pactado y ponen el ejemplo de aquellas entidades que vendieron hipotecas en francos suizos y que sí han pagado a los usuarios cuando el indicador utilizado en el país helvético -el líbor- ha entrado en terreno negativo. En cualquier caso, para llegar a esta situación el euríbor tendría que bajar mucho más ya que la mayoría de los diferenciales superan los 0,50 puntos, una cifra que es muy difícil que alcance el indicador europeo en su descenso.

Un problema para la banca

Aunque esta rebaja supone un nuevo alivio para millones de hipotecados, no deja de suponer un problema para la banca, que ya tiene muchas dificultades para rentabilizar su negocio con los actuales tipos de interés. En el sector se calcula que cualquier hipoteca por la que se reciba menos de un 1% de interés no reporta ganancias ya que los costes de su gestión son superiores. De hecho, el Banco de España presiona a las entidades para que se fusionen y, así, reducir sus estructuras de costes.