La provincia de Alicante vuelve a desmarcarse de la tendencia nacional. Mientras que la mejora de la situación económica permitió que el número de concursos de acreedores se redujera más de un 25% durante el año pasado en el conjunto del país, en el caso de Alicante la buena evolución de indicadores como el empleo o la mejora de las exportaciones apenas tuvieron repercusión sobre la cifra de empresas que se declaran insolventes.
Así, a lo largo de 2015 hasta 151 mercantiles de la provincia se acogieron a la antigua suspensión de pagos ante la imposibilidad de hacer frente a sus deudas, tan sólo una menos que en el ejercicio anterior, según los datos oficiales difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Una situación que podría indicar que la recuperación no es tan sólida como parecen indicar las grandes cifras, aunque desde el Colegio de Economistas trataron que restar importancia a la cifra, que calificaron de «coyuntural».
«Lo que nos indican desde los juzgados es que la tendencia es a la baja, aunque el año pasado casi no se notara. Pero, por ejemplo, este mes de enero apenas se presentaron nuevas solicitudes», señala su presidente, Francisco Menargues. En cualquier caso, lo sí destaca Menargues es que las empresas que ahora recurren a esta figura son mucho más pequeñas -la inmensa mayoría, pymes- , mientras que los grandes grupos ya parecen haber solucionado sus problemas. O en otras palabras, que la época de los grandes concursos ya habría pasado. Así, sólo el 21% de las firmas concursadas durante el pasado año tenía más de 10 empleados.
En cuanto a los sectores, es el comercio el que ha tomado el relevo a la contrucción como la actividad con mayor número de quiebras en la provincia y, en concreto, el comercio al por mayor. Casi un tercio -46- de todas las solicitudes registradas en los juzgados alicantinos se encuadraron en este negocio. En segundo lugar se situó la industria, con 26 solicitudes -dos más que el año pasado- y, dentro de ésta, la industria de bienes intermedios, es decir, la que se dedica a suministra a otras fábricas.
Hay que descender hasta el tercer lugar para encontrar a la construcción, con 24 quiebras, que durante casi todos los años de la crisis fue el negocio que más empresas tuvo en concurso. También se registraron 12 solicitudes en el sector de la hostelería y 11 en el de las actividades profesionales, como despachos de abogados, etc.
Lo que también indican los datos del INE es que la experiencia de una empresa no es suficiente para evitar que una compañía caiga en esta situación. Así, hasta 43 de las 151 concursadas del año pasado acumulaban ya más de 20 años de trayectoria.
