La Comisión Europea (CE) autorizó ayer al Sabadell a hacerse con el control de CAM y aprobó el plan de reestructuración, que incluye el cierre de unas 450 oficinas de la entidad resultante y una reducción de plantilla más de 2.200 empleados antes del 31 de diciembre de 2013.

La autorización de la Comisión pone fin a un largo proceso que se inició con la intervención en julio de 2011, dado el grave deterioro de sus cuentas por su elevada exposición al "ladrillo", y cumplió un capítulo más con la adjudicación de la entidad alicantina al grupo catalán cinco meses después.

Bruselas da luz verde a la operación al considerar que se ajusta a las normas comunitarias. Tras analizar las condiciones de la venta, finalmente, la Comisión aprueba la operación al entender que el plan aborda "adecuadamente" los problemas que condujeron al rescate de la CAM en julio de 2011, y su aprobación llega después de que el grupo catalán aceptara una serie de condiciones de Bruselas, que se refieren, fundamentalmente, a la reducción del número de oficinas.

De hecho, la Comisión impuso más ajustes de oficinas del grupo resultante en la Comunidad y Murcia con el fin de que el número de Sabadell-CAM no superara al que tenía la caja alicantina por sí sola antes de la integración. De ahí que, ahora, se supriman más sucursales de las 300 que se había previsto en un principio.

Red de sucursales

Con datos del pasado mes de marzo, el que será Sabadell-CAM contaba con 2.173 oficinas en toda España (836 de la entidad alicantina y 1.337 de la catalana). En los territorios históricos que conforman la Comunidad Valenciana y la región de Murcia, el nuevo grupo sumaría en estos momentos 505 oficinas, en el primer caso, y 170, en el segundo. En este sentido, desde la intervención en julio, CAM ha continuado con el cierre de suscursales.

El detalle del cierre de oficinas se conocerá y se irá detallando, una vez que se produzca la integración definitiva. Aunque el plazo máximo es de diez días, todo parece indicar que la toma de control oficial por parte del Sabadell se realizará en unos días, dado que el banco catalán tiene preparado desde hace tiempo todo el plan de integración.

El Sabadell informó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que este "plácet" de Bruselas posibilita la adquisición del 100% de las acciones de la entidad alicantina. Igualmente el grupo catalán subraya que dentro de proceso de aprobación, se compromete a no hacer uso de las medidas de apoyo a la posición de liquidez previstas en el Protocolo de Medidas de Apoyo Financiero para la Reestructuración del Banco CAM y a implantar un proyecto de integración, que se refiere a la reducción del tamaño de la entidad resultante Sabadell-CAM.

Ahora, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) otorgarán la escritura de compraventa de la totalidad de las acciones de Banco CAM en los próximos días, previa aportación de 2.449 millones de euros por parte del FGD al capital de la entidad alicantina.

La operación de compra, tal y como ha sido aprobada por la Comisión, supondrá la desaparición de la CAM como entidad independiente, la toma de control de su actividad bancaria por parte del Sabadell y una "profunda reestructuración". Esas condiciones, según la CE, "garantizarán la viabilidad a largo plazo sin necesidad de un apoyo público continuado, evitando así indebidos falseamientos de la competencia".

Antes de que la venta se haga efectiva, la CAM cancelará una línea de liquidez de 3.000 millones de euros que recibió del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), según explica una nota de la Comisión. En la misma, el Ejecutivo comunitario recuerda que como parte de la operación el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español y el FROB adoptaron medidas de apoyo a la actividad bancaria adquirida por el Sabadell.

Protección de activos

Entre éstas se encuentran, una garantía de diez años sobre las pérdidas derivadas de una cartera de préstamos por valor de 24.600 millones. Esta garantía cubre el 80% de las pérdidas no cubiertas por la provisión del Banco CAM de 3.900 millones. La Comisión estima que esta medida contiene una ayuda estatal de entre 7.200 y 8.200 millones. Además, el Estado efectuó una inyección de capital de 2.400 millones de euros, que se suman a los 2.800 de recapitalización a través del FROB y dio una subvención condicionada de hasta 700 millones de euros que se haría efectiva solo si, tras la adquisición por el Banco Sabadell, la CAM ya no pudiera beneficiarse de los activos por impuestos diferidos acumulados a partir del 31 de diciembre de 2011. El Sabadell, que fue el único banco que presentó una oferta vinculante por el Banco CAM, obtuvo la entidad en una licitación abierta gestionada por el Banco de España. Según fuentes comunitarias, la ayuda de Estado concedida a la entidad es "bastante considerable si se compara con el tamaño del negocio bancario, que tenía un balance total de 70.000 millones de euros en diciembre de 2011", pero es menor de lo que habría supuesto el coste de liquidar la CAM.

La recuperación de los clientes insatisfechos como primera tarea

Ya con el control oficial sobre la CAM, el Banco Sabadell afrontará como primera tarea la recuperación de la confianza de aquellos clientes que, de un modo u otro, se han visto perjudicados por el devenir de la caja alicantina. Y, para ello, no se van a escatimar esfuerzos, como han venido avanzando los dirigentes de la entidad catalana. Hasta 1.700 trabajadores de la antigua caja alicantina participarán en el plan de choque que los ejecutivos catalanes tienen ya listo y preparado para atender cuanto antes a los afectados por las preferentes o cuotas participativas y conseguir asimismo que regresen los impositores que decidieron retirar su dinero de las sucursales por los escándalos de la anterior cúpula directiva. Se calcula que el número de clientes que se han marchado de la entidad, fruto de lo acontecido en la etapa anterior, alcanza los 100.000, mientras que la fuga de depósitos desde el inicio del año pasado rondaría los 6.500 millones de euros.