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Hugo Aramburu

«Alicante está más internacionalizada y eso hace que el inversor asuma más riesgos»

«2008, el inicio de la crisis, fue el mejor momento para implantarse», asegura Aramburu

«Alicante está más internacionalizada y eso hace que el inversor asuma más riesgos»

Banca March aterrizó en Alicante en 2008, precisamente cuando la crisis empezó a dar la cara. ¿Han tenido en algún momento la sensación de que la apuesta fue demasiado arriesgada?

Fue el mejor momento para implantarse, pero eso sólo lo puedes hacer si eres empresa familiar y piensas en tu negocio a largo plazo, mirando a una quinta y una sexta generación. Sabes que igual tienes que sufrir en los primeros años de implantación, y es verdad que 2008 no era el mejor año, pero, en un momento de mucha desconfianza en el sector financiero, si te posicionas como un banco solvente y serio, tu poder de atracción con relación a la competencia es mucho mayor. Se trata de renunciar a una rentabilidad en los primeros años, con vistas a la generación de un valor en el largo plazo. Un banco que no es propiedad familiar probablemente nunca se hubiera implantado en 2008. Además, nosotros éramos y seguimos siendo un banco tremendamente solvente, con poca mora, especializado en gestión de patrimonios y asesoramiento independiente, y en ese momento es cuando más valor tenía esa oferta.

Y, más allá de ese carácter de empresa familiar, ¿cuáles son los principales pilares en los que se asienta una entidad como ésta?

Un pilar fundamental es que hay una propiedad definida. Hay unos señores que se juegan todo su patrimonio en función de cómo lo esté haciendo el banco, y eso implica una gestión del riesgo muy medida y controlada. El sector financiero es curioso: cuanto más riesgo asumes, más dinero puedes ganar, pero también se puede perder más. Por eso, hay que encontrar un equilibrio entre el riesgo que quieres correr en tu negocio y la rentabilidad que quieres obtener. El hecho de tener una propiedad definida hace que controles mucho mejor los riesgos que otros competidores cuya propiedad no está definida. Además, cuando un banco se sale de sus especialidades, es cuando empieza a tener mayores tasas de mora o problemas de solvencia.

¿Y en qué medida ha ayudado que entidades como la CAM hayan desaparecido?

No le deseamos mal a nadie, y lo malo que le pasa a nuestros competidores es malo para el sector. Es mucho mejor jugar en un sector solvente y de competidores profesionales. Además, creemos que tiene mucho sentido que haya bancos regionales pegados al tejido industrial local. Hemos pasado de un sector financiero con 53 entidades a otro con trece, y los medios están permanentemente hablando de más fusiones. Nosotros no decimos que no tenga que haber fusiones, pero también debe haber suficiente competencia. Por tanto, hubiéramos preferido que nuestros competidores no pasaran por eso, aunque también es cierto que nos ha dado oportunidades en un momento en el que se duda de la solvencia del sector.

Después de lo ocurrido con los productos tóxicos, ¿cómo convence un banco a sus clientes para invertir en un sentido u otro?

Lo que nosotros hacemos es proponer a nuestros clientes que inviertan en cosas en las que nosotros invertimos. Como grupo financiero, tenemos oportunidades de inversión en muchos sectores, y, como empresa familiar, tenemos muchas similitudes con nuestros clientes. En muchas de las oportunidades que nos vienen para invertir, proponemos a los clientes que coinviertan con nosotros.

Algunos informes apuntan a que ahora hay pobres más pobres y ricos más ricos. ¿Qué incidencia ha tenido eso en el segmento de la banca patrimonial?

Si ha aumentado la desigualdad, no ha sido porque haya habido gente que se ha enriquecido, sino porque ha habido gente que se ha empobrecido. No tengo la sensación de que haya familias en España que tengan más patrimonio ahora que al inicio de la crisis.

El inversor español siempre ha sido conservador por naturaleza. ¿Se ha intensificado esa tendencia en los últimos años?

Nosotros tenemos fundamentalmente empresarios familiares, y esa inversión financiera es de naturaleza conservadora porque esos señores ya corren mucho riesgo en sus empresas. Tienen todo su patrimonio en una empresa que depende de vender cosas en mercados tremendamente internacionales y de ser suficientemente competitivos. Por eso, como la economía no iba bien, eran más conservadores en sus inversiones. De todos modos, el riesgo en las inversiones es personal e intransferible, y debe ser tal que deje dormir por las noches. En los últimos años se ha avanzado y la gente conoce muy claramente qué nivel de riesgo puede asumir.

¿Cuál es el perfil del cliente de Banca March en Alicante?

Respecto a otras zonas, el cliente alicantino es más audaz y emprendedor, y tiene un perfil de inversor más decidido, aunque depende del cliente. La economía de Alicante está más internacionalizada que la de otras zonas, por el turismo y el sector exportador. Esa visión más global hace que el inversor esté dispuesto a asumir más riesgos.

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