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Menos coberturas en los seguros, más fraudes

Los intentos de estafa a las aseguradoras de coches se disparan en los dos últimos años

Menos coberturas en los seguros, más fraudes

Daños en el coche ajenos a un siniestro y que, sin embargo, tratan de colarse como tal; montajes en los que intervienen varias personas totalmente coordinadas con el fin de pasar un parte a la aseguradora, con auténticas redes que funcionan como mafias; presupuestos inflados; una simple avería que, para que la asuma el seguro, trata de disfrazarse de accidente o golpe en el vehículo; falsos hurtos; o la simulación de un esguince cervical como consecuencia de una colisión para cobrar una indemnización. Éstas son sólo algunas de las situaciones a las que, en los últimos dos años, las compañías aseguradoras se enfrentan cada vez con más frecuencia en esta provincia y en España, hasta el punto de que, hoy por hoy, seis de cada 100 siniestros que se declaran son un intento de estafa, frente a los cuatro de cada 100 que había hace dos años en Alicante. Así se desprende de la tercera edición del Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos, elaborado por Línea Directa. De hecho, según los datos que maneja la empresa, los engaños han crecido un 50% en los últimos dos años en Alicante, algo que en buena parte, según detallaban ayer mismo desde Línea Directa, atribuyen a que, desde que comenzó la crisis, la tendencia ha cambiado: si antes el 70% de los conductores tenía seguro a todo riesgo y el 30% restante, a terceros; ahora la tendencia se ha invertido. Los hogares han tenido que ajustar gastos, y eso pesa, y, además, el parque móvil ha ido envejeciendo, lo que ha propiciado que haya un mayor predominio de los seguros a terceros y, por tanto, menos cobertura.

Desde la compañía lo atribuyen a eso y a que todavía son muchos los usuarios que justifican estos fraudes, con frases como «hay delitos mucho peores y no se persiguen», «las aseguradoras ganan mucho dinero y cobran muy caro» o «no pasa nada, sólo es un arañazo». Las cifras en este sentido son muy elocuentes: cerca de 900.000 conductores en la Comunidad Valenciana aún justifican los fraudes, según ese mismo estudio, que sitúa el coste de estas prácticas en 1.190 millones de euros al año en toda España.

El informe pone en evidencia que Alicante está entre las provincias con más intentos de fraude, aunque sí es cierto que en el podio se sitúan Cuenca, Murcia y Jaén. En el extremo contrario, están Soria, Salamanca y Burgos. Sea como sea, lo cierto es que Alicante, con un 6,1% de engaños a las compañías, se sitúa en la media nacional, pero por encima de Valencia (5%) y de Castellón (5,4%). En cuanto a la cuantía media de las estafas, en el conjunto de España se llega a los 1.284 euros, un 45% más que en 2013, aunque las diferencias entre provincias son más que evidentes. Por ejemplo, Huesca llega a los 4.800 euros mientras que Segovia no supera los 230 euros. Por su parte, Alicante está en 1.550 euros, por encima de los 870 de la provincia de Valencia, pero con un importe bastante inferior a los 2.767 euros de Castellón. No obstante, desde Línea Directa argumentan que estas diferencias responden a la confluencia de varias motivos: el funcionamiento de redes organizadas; un mayor peso de los partes de lesiones frente a los de daños, que suelen tener un menor coste; o la mayor o menor tarifa que pueden tener los talleres en función de la provincia.

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