La presión fiscal en España, el conjunto de los impuestos y contribuciones sociales en relación con el Producto Interior Bruto (PIB), se situó en 2014 en el 34,4%, seis décimas más que un año antes, aunque sensiblemente por debajo de la media del 41,5% de la zona euro y del 40% de la Unión Europea (UE), según los datos publicados por la oficina estadística Eurostat. De este modo, España aparece como el decimotercer país de la eurozona con mayor presión fiscal, donde el país con mayores ingresos fiscales fue Francia (47,9% del PIB), y el decimoctavo de la UE, en la que Dinamarca (50,8%) aparece en primer lugar. Por contra, los países de la UE con menor presión fiscal en 2014 fueron Rumanía (27,7%) y Bulgaria (27,8%), mientras Lituania (28%) y Letonia (29,2%) fueron los países con menos ingresos fiscales entre los miembros de la eurozona.