El valor de mercado de las sociedades de inversión de capital variable -las populares sicav que los más pudientes utilizan para retrasar el pago de impuestos- superó a finales de noviembre los 38.000 millones de euros, lo que supone marcar un máximo histórico, según datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME), que ponen de manifiesto que esta cifra representa 14.000 millones más que el mínimo que tocaron hace 36 meses.

A lo largo de 2015 se constituyeron 126 nuevas sicavs que, sumadas a las ya existentes, alcanzan el total de 3.357 sociedades admitidas, número que también marca récord. Estas sociedades, que han celebrado en 2015 su mejor año desde que comenzó la crisis, se han mostrado muy activas en el uso del mercado para alcanzar su objetivo de inversión y financiación. De hecho, durante el pasado ejercicio se realizaron 25 ampliaciones de capital por cerca de 1.100 millones de euros. Además, 25 sicavs pudieron pagar dividendo el año pasado.

Esta buena evolución ha permitido a estas sociedades gestionar 35.062 millones de euros de patrimonio, lo que supone un crecimiento del 11% en el ejercicio. A ello se une el aumento de accionistas, que ya alcanza los 465.940. El resurgir de las sicavs tras la crisis se debe al interés de los grandes patrimonios de canalizar sus recursos a través de esta figura de inversión, así como a la aprobación de la amnistía fiscal, que ha permitido aflorar capitales con los que estas sociedades se han visto beneficiadas. Estas sociedades sólo tributan un 1% por sus beneficios.