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Más condicionados que nunca por la política

Varios sectores alertan de que la incertidumbre podría poner en riesgo el crecimiento

Más condicionados que nunca por la política JUAN MEDINA / REUTERS

La salida a la crisis todavía se ve lejana. Sin embargo, del agujero de la recesión ya se ha pasado a una senda expansiva. De hecho, a lo largo del año que ha acabado la economía ha empezado a dar signos más que evidentes de recuperación. Las tasas de paro siguen siendo desorbitadas, la precariedad laboral es una realidad, y las desigualdades y la población que se encuentra en riesgo de exclusión social siguen al alza. Ahora bien, las cifras macroeconómicas son halagüeñas. El crecimiento se ha ralentizado en el último trimestre, e incluso el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se ha visto obligado a revisar a la baja las previsiones, aunque la diferencia ha sido de una décima y se ha acabado en el 3,2%, a la cabeza entre los países de la UE. También el consumo ha empezado a salir de su atonía, el crédito poco a poco empieza a fluir, y las exportaciones siguen mostrando músculo. Las medidas impulsadas por Draghi y por el BCE, con programas como el de compra de deuda; la caída del precio del crudo y la depreciación del euro siguen siendo fuertes vientos de cola. Todo eso hace que, hoy por hoy, las perspectivas con las que afrontan algunos de los principales sectores productivos de la provincia este recién estrenado 2016 no puedan ser más que optimistas o, en el peor de los casos, moderadamente optimistas. La conclusión es clara: lo lógico es que la recuperación se consolide en este nuevo año, y que todo vaya a mejor o, al menos, que se mantenga como en 2015. Ahora bien, el que más y el que menos no oculta su preocupación -temor incluso en algunos casos- a que la incertidumbre se prolongue en exceso y la formación del nuevo Gobierno se acabe demorando más de la cuenta, paralizando con ello el país y, por consiguiente, dando al traste con la recuperación económica. Su demanda es tajante: unos y otros partidos deben estar a la altura, saber interpretar lo que han dicho las urnas, apostar por el diálogo, y formar Gobierno y formarlo ya, antes de que sea tarde. Nadie quiere hablar públicamente de si es mejor una opción u otra, ni mucho menos nadie quiere mostrar de puertas hacia afuera recelo alguno hacia una posible alianza de izquierdas. Otra cosa es que gusta bien poco la posibilidad de que se pudieran volver a convocar las elecciones, ante la imposibilidad de constituir Gobierno. Por ahora, tratan de tranquilizarse pensando en que la Navidad -que es un «impasse»- aún no ha acabado, y los mercados han encarado los resultados de las elecciones con relativa calma. Y es que la economía está más condicionada que nunca por la política.

Ilusionados y convencidos de que 2016 puede ser un año de continuidad con lo que ya pasó en 2015, cuando el sector de la construcción se estabilizó y se inició la recuperación de la actividad y del empleo. Así se muestran desde la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Alicante (Provia). El presidente de los promotores, Antonio Fernández, en esta línea, explica que se espera que las transacciones se mantengan o incluso puedan aumentar ligeramente, pero, en cualquier caso, esas operaciones cada vez se nutrirán más de obra nueva, lo que, a su vez, permitirá ir creando más empleo. Además, la demanda extranjera está manteniendo el tono, y se espera que siga así, y la nacional paulatinamente va despegando. «No va a haber una aceleración importante en el sector, pero sí un crecimiento estable y reposado», comenta. Sin embargo, incide en que esas previsiones sólo serán posible en un marco de seguridad jurídica y en el que se garantice la estabilidad. «La recuperación del empleo en la construcción aún está en una fase muy inicial, y cualquier incertidumbre puede arruinarlo todo», argumenta. «No entro a valorar si deben hacer una cosa u otra, pero los españoles han votado, ahí están los resultados, y se debe garantizar la seguridad jurídica», sentencia el presidente de los promotores.

El sector del juguete se encuentra inmerso en estos momentos en plena campaña, y no tendrá el balance definitivo hasta dentro de un mes. Esos resultados, unido a las sensaciones con las que se regrese de su ciclo ferial, determinarán de forma decisiva las proyecciones para este año. Eso no quita para que, con la cautela que le caracteriza, el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, José Antonio Pastor, admita que, por ahora, la campaña está marchando mejor de lo esperado. «El año 2013 fue un punto de inflexión, se dejaron atrás las caídas; en 2014 se creció ligeramente; y ahora en 2015 puede que crezcamos el doble. Por eso, confiamos en que en 2016 tengamos un crecimiento sostenido», confiesa. Pero tampoco el presidente de los jugueteros oculta sus temores. «Todo es muy volátil, el efecto psicológico es muy importante y me preocupa que haya factores internos que hagan peligrar esto», alerta José Antonio Pastor, quien también avisa del peligro del terrorismo. «Ayudaría mucho para 2016 que los partidos sepan interpretar los resultados, porque los ciudadanos han dejado muy claro que quieren diálogo», alega.

No menos incisivo es el presidente de la federación de comerciantes Facpyme, Antonio Sáez. «¿Cuáles son las expectativas para el nuevo año? No lo sé. La clave va a ser el Gobierno», él mismo se lanza la pregunta y él mismo se la contesta. Cualquier previsión pasa por el escenario político que se pueda abrir a corto plazo, y los comerciantes, inmersos aún en la campaña de Navidad, tampoco son ajenos a esta circunstancia. «La gente está consumiendo más, aunque mira mucho el precio y compra cosas muy baratas», relata, para, acto seguido, añadir que «este año está siendo un poco mejor y, por lógica, el próximo debería mantenerse la tendencia, pero ahora todo es un interrogante. Todo va a depender del Gobierno que salga, y debe solucionarse todo ya, porque las grandes inversiones están paradas, y eso no es bueno». Tampoco Antonio Sáez duda: «La gente ha pedido a los políticos que se sienten y hablen, y no que convoquen otras elecciones».

El calzado precisamente es de los sectores que mejor han sobrellevado la crisis, gracias a su fortaleza en los mercados exteriores. Y precisamente en el exterior es donde siguen enfocando la mirada de cara a este nuevo año. Confían en que las exportaciones sigan al alza, aunque sea a un ritmo más moderado que el pasado año, y también apuestan por continuar diversificando mercados, tal y como señala la presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Marian Cano. No en vano, la depreciación del euro frente al dólar ayuda a seguir en esa senda, y seguir apostando por otros países como EE UU -que está entre los diez primeros puntos de destino- o por otros como Japón. Confían en eso, y en que la demanda interior siga experimentando una ligera mejoría, aunque también fían cualquier posibilidad a lo que pase en el escenario político. «Necesitamos un Gobierno estable que contribuya a la recuperación», indica Cano.

También el presidente de la patronal hortofrutícola Fepex, Jorge Brotons, es de los que más expectantes se muestran con el panorama político. «En función de lo que ocurra, las previsiones serán unas u otras, pero las incertidumbres nunca son buenas», subraya. En cualquier caso, detalla que el año agrícola está siendo bastante atípico por las temperaturas. La producción se ha anticipado y la floración está siendo desigual, y eso hace que, dentro de lo que cabe, la cosecha pueda salir de forma más escalonada. Esto hace que, dentro de lo malo, tengan algo a lo que agarrarse. Y es que, como reconoce Jorge Brotons, los efectos del veto ruso aún siguen notándose en el campo alicantino. «Es necesario que se levante ya el veto ruso, porque estamos hablando de un mercado grandísimo que hace que mucha producción se desvíe hacia allí y que el resto estén menos saturados, lo que provoca que los precios sean mejores», especifica. Ante este escenario en el que confluyen varias circunstancias, de momento prefiere no hablar de perspectivas. «Ya veremos cuáles son cuando se conozca el nuevo Gobierno y los proyectos que tiene cada ministerio», concluye.

Un año de consolidación. Así resumen desde la patronal del metal Fempa sus expectativas para 2016. «La economía española ha entrado en fase de crecimiento, y eso marca la tendencia, pero el problema es la incertidumbre política», manifiesta el secretario general de Fempa, Luis Rodríguez. El pero se vuelve a repetir. Aún así, se muestra confiado en que, si las aguas vuelven pronto a su cauce, 2016 no sólo será el ejercicio de la consolidación, sino también el del despegue industrial. «La capacidad productiva del país ha pasado del 75,9% de 2014 al 78% de 2015, hay mayor disponibilidad de bienes de equipo, y el consumo interno empieza despegar. Eso junto a la recuperación de la construcción y lo que implica para los servicios del metal puede hacer que este sector repunte en 2016 y que las contrataciones en el sector tengan un buen comportamiento», declara el secretario general de la patronal del metal Fempa.

Sólo el turismo deja de lado los factores políticos. Ha sido de las actividades que mejor han capeado el temporal en esta provincia en los últimos años, y también es de las que más confianza tiene en 2016. «Va a ser un año mejor, con toda seguridad», proclama el presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor. Para ello, apoya este convencimiento en un hecho contundente: «Los vientos de cola de la macroeconomía nos están empujando hacia la cumbre, con un petróleo muy barato; con una libra muy fuerte y un mercado británico muy fuerte también; o un euro bajo que hace que todo el área dólar se encarezca», proclama. A ello se une la inestabilidad en otros países, especialmente por los efectos de los ataques terroristas, que han hecho que muchos turistas se acaben decantando por la Costa Blanca. La situación es tal que, a día de hoy, ya se han incrementado las ventas de paquetes turísticos para el verano en un 50%, aunque sí es cierto que el grueso de las operaciones se deben formalizar en los próximos meses. «Salvo un cataclismo, estamos ante un buen año», destaca Toni Mayor. Un cataclismo que no cree que vaya a pasar por la inestabilidad política. «Eso no afecta para nada a nuestro sector o afecta muy poco, y más teniendo en cuenta que alguien debe gobernar este país. Los partidos que se llaman constitucionalistas deberán apechugar y acabará resolviéndose la situación. De lo contrario, habrá elecciones y la gente votará», opina el presidente de la patronal Hosbec.

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