Renfe y Adif prevén incorporar a sus plantillas unos 750 nuevos trabajadores en los próximos tres años, en virtud de los planes de empleo que las dos compañías ferroviarias públicas incluyen en los nuevos convenios colectivos que acaban de pactar con sus sindicatos para el periodo 2015-3018. Del total de nuevos trabajadores ferroviarios, entre 400 y 500 ingresarán en la operadora y los 250 empleados restantes en Adif, la compañía encargada de construir y gestionar las líneas de tren y el resto de las infraestructuras ferroviarias. Con estas nuevas contrataciones, Renfe y Adif sustituirán el grueso (algo más del 60%) de las vacantes que generará el plan de bajas voluntarias que ambas han puesto en marcha para un máximo de unos 1.100 trabajadores. El fin último de estos planes de bajas e incorporaciones es rejuvenecer al colectivo de trabajadores ferroviarios, que actualmente presenta una edad media de unos 54 años, y mejorar su productividad, competitividad y cualificación.

Adif ya pactó el pasado verano un expediente de regulación de empleo (ERE) universal voluntario al que pueden sumarse 350 trabajadores. De su lado, Renfe también acordó recientemente con los sindicatos un plan de desvinculación voluntaria, abierto a la adhesión de 775 empleados, que se ejecutará de forma paulatina hasta 2018.

Las dos compañías ferroviarias, en este sentido, abordarán estos programas de reposición de personal aplicando la tasa máxima de sustitución que los Presupuestos Generales del Estado permiten para empresas públicas.

No obstante, el nuevo convenio de Renfe establece unas nuevas condiciones económicas para los trabajadores que se incorporen a la compañía, que pasan por reducir un 55% el salario de ingreso de forma progresiva, en un plazo de cinco años. En concreto, bajarán un 30% en los dos próximos años, un 15% los dos ejercicios siguientes, y un 10% en el quinto año. Con ello, Renfe pretende ajustar los salarios «a las actuales condiciones».