Este año Papa Noel y los Reyes Magos van a ser más generosos, las comidas familiares más copiosas y las visitas a la feria o las salidas nocturnas más frecuentes. Tras ocho años de crisis ininterrumpida todo apunta a que la próxima campaña navideña será, por fin, la que marque la recuperación definitiva del consumo en la provincia o, al menos, así lo pronostican comerciantes y hosteleros, que esperan un incremento del gasto de hasta el 10% sobre las cifras del año pasado. Unas previsiones que pueden quedarse cortas si se repiten los datos del pasado fin de semana, cuando los descuentos del «Black Friday» dispararon la facturación de muchos establecimientos más de un 20%.
Además, todo apunta a que este auge consumista también va a tener un importante reflejo en el empleo ya que, según las estimaciones de las principales empresas de colocación, la demanda de trabajadores para estas fechas ha aumentado entre un 14% y un 18% y, además, con contratos algo más largos, aunque no dejen de ser temporales.
«Las previsiones que tenemos son muy optimistas, creemos que estamos ante un punto de inflexión y que las cifras van a ser mejores incluso que las registradas en la Navidad de 2008», asegura el secretario general de la Federación Alicantina del Comercio (Facpyme), Francisco Rovira, que suscribe el incremento del 10% en la facturación ya citado. En otras palabras, que va a ser la mejor la campaña desde el estallido de la crisis económica aunque sin llegar todavía a los niveles previos.
«Se nota la mejora del empleo, aunque aún sea incipiente y todavía haya muchas personas en el paro, y, sobre todo, se nota que hay más confianza en que la situación mejore, lo que lleva a que la gente se atreva a gastar más», explica el representante del pequeño comercio.
Otro de los motivos que invitan a este optimismo es la devolución a los funcionarios del Estado y de muchos ayuntamientos del 25% de la paga extra que se suprimió en 2012. Un asunto en absoluto menor ya que, como apunta Rovira, en su día esta medida provocó uno de los mayores hundimientos del consumo que se recuerda. No en vano, los empleados públicos suman más de 90.000 personas en la provincia que este año dispondrán de más efectivo para comprar.
Lo que se juegan las tiendas en las próximas semanas es mucho. Como es lógico, para las jugueterías supone más del 80% de su facturación anual pero también tiene un peso decisivo en las cuentas de otros establecimientos, como los de tecnología, que pueden concentrar en esta época hasta el 60% de sus ingresos, según Facpyme; o para los comercios de ropa y calzado, que también realizan hasta un 40% de sus ventas en esta campaña.
Estos últimos, además, confían en compensar en lo que queda de año la bajada de facturación que han registrado en los meses de octubre y noviembre, debido a que el buen tiempo no invitaba a comprar ropa de abrigo. Por eso, Francisco Rovira anticipa la aparición en los escaparates de numerosas ofertas antes de los días centrales de las fiestas para animar a los compradores, una constante de los últimos años que también en esta ocasión se va a repetir.
En cualquier caso, la mejora del consumo ya es generalizada y llega, incluso, a establecimientos como las joyerías, que han sido de las más perjudicadas por la crisis. «Pensamos que el aumento de ventas estas Navidades puede situarse sobre el 10%», coincide el presidente de la Asociación de Empresarios de Joyería de la provincia (Asempja), Antonio Huebra. En su caso, el mejor indicador del cambio de tendencia es que los compradores vuelven a pedir oro para sus joyas. «Durante toda la crisis lo que se vendía era plata, porque era lo que la gente se podía permitir, y ahora ya se empiezan a despachar pulseras y pendientes de oro y también pequeños brillantes», señala Huebra, quien explica que la fecha clave en su caso es la noche de Reyes, cuando se realizan la mayoría de estos regalos.
Al respecto, Huebra asegura que este año, más que el poder adquisitivo de la clientela, lo que preocupa es el auge de los denominados relojes inteligentes que han lanzado los principales fabricantes de móviles y que suponen una dura competencia para el sector tradicional.
También son buenas las perspectivas en las grandes superficies, donde aseguran que «siendo muy, muy conservadores las ventas van a crecer un mínimo del 5%», según Carlos Alfonso, portavoz en la Comunidad Valenciana de la asociación que las agrupa, Anged. Tras el aperitivo que supuso el «Black Friday», la verdadera prueba de fuego para estas cadenas -entre las que están El Corte Inglés, Carrefour, Alcampo, Eroski, la Fnac o Media Markt- arranca con el puente de este fin de semana, en el que podrán abrir sus puertas mañana y pasado a pesar de ser festivo.
«Aunque cada vez hay más gente que adelanta las compras todo lo que puede, el grueso se sigue concentrando en los próximos fines de semana y en la semana de Navidad y la de Nochevieja», explica Alfonso. La mejora de la demanda ha llevado a esta firmas a reforzar sus plantillas para estas fechas en mayor medida que en años anteriores. Así, en el conjunto de la Comunidad Valenciana prevén dar empleo a unas 1.800 personas y en Alicante a alrededor de 600, lo que supone entre un 8% y un 10% más que el año pasado.
Para el conjunto de actividades, el aumento de contratación con respecto a 2014 será aún mayor, del 14,3%, según las previsiones de Randstad, y de hasta un 18%, de acuerdo con las estimaciones de Adecco, en ambos casos algo superiores a las del resto del país.
En este sentido, el director de Adecco en la Comunidad Valenciana, sostiene que este año, además, muchas empresas han adelantado las contrataciones sobre lo que suele ser habitual y se han visto ya muchas incorporaciones a lo largo del mes de noviembre. Por su parte, la responsable de Randstad en Alicante, Sabrina Martínez, señala que este aumento de plantilla viene casi obligado por la recuperación del consumo y la situación en la que se encuentra la plantilla de muchas empresas, muy mermada tras ocho años de recesión. «Si quieren dar abasto, no tienen más remedio que aumentar el personal o se resentirá la atención al público», señala Martínez.
Además, los contratos de este año serán algo más largos de lo que venía siendo habitual en los últimos años, como también explica la presidenta de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante (APEHA), María del Mar Valera. «El año pasado solo contratamos días sueltos porque no nos fiábamos de cómo iba a funcionar la campaña pero este año he cogido a dos personas todo el mes», explica la también propietaria del restaurante El Caldero.
Valera asegura que la situación ha cambiado notablemente desde las pasadas navidades, como evidencia el hecho de que ya tenga prácticamente lleno el local para los principales días de las fiestas. «El año pasado estuvimos sufriendo hasta el último momento, aunque al final también completamos», recuerda la hostelera. También se nota la mejora de la situación en el gasto medio por comensal. Tras muchos años en que «te pedían el arroz y punto, ahora ya se empiezan a encargar más entrantes, se ve un ambiente distinto», asegura. Tanto es así que, por ejemplo, ya hay compañías que vuelven a pagar la comida o la cena de Navidad a sus empleados, cuando durante toda la crisis lo habitual era que cada uno pagase su parte, explica Valera.
Algo más precavidos se muestran los empresarios de los locales de ocio. «Esperamos trabajar muy bien estas semanas y el negocio va mejor, pero no creo que el cambio vaya a ser radical», asegura el presidente de la asociación de los agrupa -Alroa-, Lalo Díez. En su caso, la clave va a ser el resultado de los dos próximos fines de semana, cuando se concentran la mayor parte de los eventos de empresa y la facturación es mayor que en Nochevieja. «En las cenas de empresa sale todo el mundo, hasta el señor mayor que el resto del año se queda en casa todo el fin de semana viendo el fútbol. En fin de año salen aquellos que lo hacen habitualmente», explica Díez.
La saturación de estos fines de semana provoca que «cada vez se programen más cenas entre semana», lo que permite que muchos de los locales puedan ampliar su calendario habitual durante estas fechas. «Hay que tener en cuenta que en diciembre tenemos que facturar el doble para compensar el bajón de enero y febrero», apunta el empresario.
En cuanto al gasto medio que realizan las familias durante estas fiestas, las estimaciones varían desde los 533 euros que calcula la Unión de Consumidores de la Comunidad Valenciana hasta los 684 que prevé el estudio de la consultora Deloitte. Esta última cantidad supone un incremento del 9,8% sobre las cifras del año pasado, un aumento que se registra sobre todo en el dinero que destinaremos a regalos (+12%), ocio (+10,6%) y viajes (+25,2%).
Llama la atención que, a pesar de la situación económica, el gasto medio que calcula la consultora en España es muy similar al de países como Dinamarca, Francia o Bélgica y superior al de Alemania (539 euros), todo un indicativo de la importancia que tienen estas celebraciones en nuestro país.
