Si la situación de los servicios públicos de la provincia deja mucho que desear, el panorama de la innovación empresarial tampoco es nada halagüeño. Desde el estallido de la crisis económica las compañías alicantinas han recortado en mayor medida sus presupuestos para estos fines, lo que ha provocado que cada vez estén más lejos de los parámetros que se manejan en el resto del país.

El ejemplo más palpable son las solicitudes de propiedad industrial, que han caído más de un 30%, diez puntos por encima de la media nacional. De esta forma, si en el año 2003 el número de peticiones alcanzaba una cifra similar o incluso algo mayor a la del resto del Estado, con 21,5 solicitudes anuales por cada mil empresas censadas, en al año 2003 la cifra se había reducido ya a sólo 15 peticiones frente a las 17,3 que se registraba en el todo el país. Los mayores descensos se produjeron en el registro de modelos de utilidad, marcas y patentes, mientras que se mantuvieron las peticiones de diseños industriales.

En cuanto al papel de las universidades, el Balance socieconómico de Ineca refleja el importante aumento de personal docente que han experimentado entre los años 2003 y 2013 -de más del 26%- y también la mejor evolución del número de alumnos, que siguió aumentando durante estos años cuando se reducía en el resto del país.

Sin embargo, si se compara, el porcentaje de universitarios sobre el total de población aún es menor que la media -en 2013 estaban matriculados en algún centro sólo el 3,2% de los alicantinos de 20 a 64 años frente al 4,1% a nivel nacional- y, además, también la activida investigadora era menos. En concreto, Alicante sólo aporta el 26,6% de las tesis doctorales de la Comunidad cuando supone el 38% de la población.