La compañía Baleària ha propuesto al Gobierno cubano la construcción en La Habana de una terminal para operar ferries en la que invertiría alrededor de 35 millones de euros, según acaba de hacer público la compañía con sede en Dénia. El proyecto también incluiría la puesta en marcha de cuatro barcas solares para comunicar distintos puntos de la bahía en la que se ubica la capital cubana, en un modelo similar al que ya utiliza en las instalaciones portuarias en el municipio de la Marina Alta.

El proyecto se enmarca dentro de los planes de la naviera para operar una línea entre La Habana y el estado norteamericano de Florida, para lo que ya cuenta con los dos permisos necesarios por parte de las autoridades estadounidenses pero todavía sigue pendiente de la autorización del Ejecutivo presidido por Raúl Castro. De conseguirlo, se convertiría en la primera compañía en operar regularmente entre ambos países, hasta ahora acérrimos enemigos. Baleària, además, no descarta abrir nuevos destinos desde la isla en el futuro, una vez que se asiente la situación.

Esta nueva línea seguiría el modelo de negocio que ya tiene consolidado en España, y que se basa en el tráfico combinado de pasaje, vehículos y carga rodada.

Desde la compañía destacan que la propuesta de terminal atiende a criterios de sostenibilidad e innovación, y también pretende integrar el puerto en la ciudad y facilitar las conexiones marítimas regulares de Cuba con el resto del Caribe.

La estación marítima multifuncional de ferries se construirá bajo el concepto de «Living Lab», con una oferta de servicios comerciales, culturales y de ocio que acompañan a los propios de los ferries. Así, según la firma presidida por Adolfo Utor, la estación marítima se convertiría en un polo de innovación social y la bahía de La Habana en un nuevo centro de referencia para la ciudad.

Intercomunicación en la bahía

Por otro lado, el sistema de intercomunicación marítima de la bahía prevé la construcción de cuatro barcos propulsados por energía solar, que toman como modelo el que Baleària lleva operando desde hace dos años en el puerto de Dénia. Estos barcos solares, de 18 metros de eslora y capacidad para 100 pasajeros, son sostenibles y ecoeficientes, y ofrecen un acceso a la bahía cómodo, rápido y de gran atractivo. Se prevé que aproximadamente 2.200.000 pasajeros podrían usar el sistema cada año. También se prevé la adecuación de estaciones marítimas como nudos de conexión intermodal metropolitana (autobuses, tren, bicicletas, taxis).

Esta inversión quiere aprovechar la privilegiada localización geográfica de la bahía y su entorno, y al mismo tiempo preservar de manera armónica el patrimonio cultural y paisajístico de la Habana Vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En este contexto, los ferries contribuyen de manera responsable al desarrollo de un turismo sostenible basado en el respeto al territorio y las personas.

La propuesta de Baleària obedece a un modelo de negocio muy experimentado y desarrollado por parte de la naviera en el puerto de Dénia donde radica su sede central en España, y encaja perfectamente con los planes de desarrollo previstos para la bahía de La Habana. El proyecto tendrá un efecto incentivador de la actividad económica y de la creación de empleo, ya que se prevé que se creen más de 150 puestos de trabajo directo, además de la generación de empleo indirecto e inducido.