Los trabajadores de Coepa saben lo que es que llegue fin de mes y que la nómina no esté, y lo saben desde hace tiempo. Sin embargo, en la reunión que mantuvieron ayer con el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, admitieron que ya llevan cinco meses sin cobrar. Ahora bien, reconocieron que lo peor no es eso, sino que su puesto de trabajo pende de un hilo por la grave situación en la que se encuentra la patronal. Fue en este contexto en el que no sólo culparon al Ayuntamiento de Alicante y a la Generalitat, sino también a la patronal. Mientras, desde la cúpula de Coepa volvieron a argumentar lo que ya han venido diciendo en las últimas semanas: que el pago de estos salarios depende única y exclusivamente en estos momentos del Consell y de que libere los fondos de la Ley de Participación Institucional, lo que vendría a dar un balón de oxígeno a Coepa. Fondos éstos, no obstante, que el Consell ingresa a la patronal autonómica Cierval, quien, a su vez, lo debería repartir, una vez se haya quedado la parte que le corresponde, entre las tres provinciales, en función de la representatividad que tienen.
Durante el encuentro con Echávarri, los representantes de los 24 trabajadores de la organización empresarial no ocultaron su malestar con el equipo de gobierno. No ha gustado, y nada, que el alcalde calificara de «estructura moribunda» a la confederación que, al menos hoy por hoy, sigue presidiendo Moisés Jiménez, pese a que desde no pocos foros ya se le haya pedido la dimisión, y pese a que ayer por la tarde se celebró un comité ejecutivo. Comité éste que, pese a lo revueltas que bajan las aguas, fue poco menos que de trámite.
Sea como sea, durante la reunión en el Ayuntamiento de Alicante, los empleados ofrecieron varias soluciones a la situación en la que se encuentra Coepa. Entre otras, lo que plantearon al alcalde fue una ampliación del plazo de cesión del suelo municipal sobre el que se levanta el centro de oficios e incluso que la Generalitat sea la que se quede con el inmueble, siempre con un acuerdo con el Ayuntamiento de por medio. Y es que los trabajadores tienen claro que todo depende de lo que ocurra con el centro de oficios de Babel y de la demanda de embargo que ha presentado el Consell contra Coepa por los impagos del crédito que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) concedió en su momento. Ante este escenario, desde la Alcaldía sostuvieron que Gabriel Echávarri tomó nota de todas las peticiones planteadas. Y todo ello pese a que el Ayuntamiento de Alicante puso en marcha recientemente una comisión para verificar si realmente Coepa ha cumplido el convenio o, en caso contrario, empezar a moverse para rescindir el acuerdo y poder recuperar el suelo y, con ello, el edificio.
