Francisco Gómez, actual vicepresidente primero de Coepa y máximo dirigente de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (AEFA), es la persona preferida por la patronal para sustituir al actual dirigente, Moisés Jiménez, señalado como uno de los principales responsables de la situación que atraviesa la asociación empresarial, tras haber solicitado el preconcurso de acreedores y con una deuda de seis millones de euros. El deseado relevo por buena parte del empresariado, sin embargo, no tiene fecha. Eso sí, el propio Consell no esconde la idoneidad de un cambio al frente de la patronal alicantina ante su más que delicada situación económica y los conflictos internos que atraviesa.

Ambos, tanto Jiménez como Gómez, se desplazaron ayer hasta Valencia para mantener la primera reunión de Coepa con el actual conseller de Economía, el alicantino Rafael Climent. El encuentro, solicitado por la patronal alicantina tras el cambio de gobierno en la Generalitat, se produce en plena negociación entre la asociación empresarial y el Gobierno valenciano por el futuro del centro de oficios en Alicante.

El presidente de Coepa, Moisés Jiménez, se mostró al término de la reunión «absolutamente convencido» de que la patronal, desde una perspectiva económica, es «viable» y que «la única cuestión» que hay que solucionar es «incrementar la actividad al 100% en el centro de oficios». «Con ese aumento de trabajo, Coepa tiene absolutamente resuelta toda su actividad», defendió ayer el dirigente empresarial alicantino.

Desde el Consell, la visión parece distinta. La dación en pago del centro de oficios, puesta sobre la mesa ahora por el Gobierno valenciano como posible solución a la quiebra de Coepa, fue ayer uno de los principales temas de conversación en el encuentro en la Conselleria de Economía. Sin embargo, poco se avanzó, según admitieron ambas partes. La implicación de terceros -como el Ayuntamiento de Alicante, propietario de los terrenos sobre los que se asienta el centro de oficios- dificulta la negociación, aunque tanto el Consell como Coepa se han emplazado a seguir trabajando en ese posible «cambio de fichas». «Hay mucho que hacer porque existen muchos actores implicados», señalan desde el Ejecutivo que dirige el socialista Ximo Puig.

Sin embargo, no sólo se habló del centro de oficios y del futuro económico de Coepa, sino también del liderazgo de la patronal alicantina. Desde la Generalitat -representada en la reunión en los consellers Rafael Climent, de Economía, y Manuel Alcaraz, de Transparencia- se planteó la necesidad de «cohesionar» al empresariado alicantino para que exista un único y verdadero interlocutor con la administración valenciana para trabajar conjuntamente en el desarrollo territorial y social de la Comunidad. Es decir, el Consell trasladó al propio Moisés Jiménez la importancia de que no existan bandos dentro de la patronal alicantina, en referencia a la crisis interna que sufre Coepa, con Fempa y Cepyme como principales actores críticos.

El presidente de la patronal, quien admitió el problema ante los dos consellers, acusó a Cristóbal Navarro, líder de Cepyme en Alicante, de ser el elemento desestabilizador. «Es razonable que la Generalitat nos pida unión, pero yo no puedo hacer más. La cohesión de la patronal depende de un señor», en referencia a Navarro.

Por su parte, el conseller Climent defendió la necesidad de un «único y sólido» interlocutor ante la Generalitat Valenciana. «Hay una necesidad real de paz en el ámbito empresarial alicantino», apuntó ayer el titular de Economía.