Los acusados también trataron de deslegitimar a la Fundación CAM como acusación particular alegando que no estaba inscrita en el registro de fundaciones especiales, por lo que carecía de personalidad jurídica. El Supremo zanja la cuestión señalando que la transformación de la caja en fundación se hizo de forma automática al cumplirse los plazos marcados por la ley, con independencia de su inscripción o no, por lo que mantiene su personalidad jurídica. d. n. / m. g.