Los márgenes brutos aplicados por las comercializadoras de referencia de electricidad para el consumidor doméstico se incrementaron hasta un 30% con la desaparición de la tarifa de último recurso (TUR) y su sustitución por el precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC), según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Según el informe de supervisión del mercado minorista de electricidad correspondiente al año 2014 de la CNMC, estos márgenes brutos (incluido el coste comercial) se situarían, en promedio, entre los 12 y 18 euros por megavatio hora (MWh) en el año 2014, frente a los 9 y14 euros por MWh del año anterior.

De esta forma, el organismo presidido por José María Marín Quemada señala que los márgenes se habrían incrementado, especialmente tras la desaparición de la TUR. El «superregulador» indica que en el segmento de consumidor doméstico la existencia de la tarifa regulada actuaba hasta abril de 2014, cuando se cambió al actual sistema de PVPC, «como "techo" de las ofertas de las comercializadoras, que han seguido, con carácter general, la evolución del precio regulado», mientras que con la nueva metodología esta referencia desaparece.

Como referencia, la CNMC señala que el margen aplicado al consumidor acogido a PVPC, establecido regulatoriamente, es de 4 euros por kilovatio (kW) de potencia contratada al año, lo que equivale, para 2014, a unos 7 euros por MWh.

Así, constata la importancia de que el consumidor analice «en profundidad» las ofertas disponibles en el mercado antes de cambiarse de suministrador, ya que la contratación de uno u otro producto puede suponer un ahorro para el consumidor doméstico de unos 200 euros anuales.

Cambios a las más caras

En este sentido, subraya que se aprecia que gran parte de los cambios de suministrador registrados se han realizado con empresas que presentan los precios más elevados, «lo que demuestra que el consumidor doméstico no conoce bien las opciones disponibles o no le resulta fácil valorarlas correctamente».

La Comisión también revela que el recibo eléctrico se ha encarecido en un 83,2% desde 2003, al pasar de 0,131 euros el kWh a los 0,241 euros el kWh actuales, impuestos incluidos.

Estos precios se corresponden con un consumidor medio con una potencia contratada de 3,98 kilovatios (kW) con un consumo de 210 kWh al mes y acogido a la tarifa regulada, es decir, el precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) o su predecesor la tarifa de último recurso (TUR).

Un 10,23% en cuatro años

Solo en los últimos cuatro años, de 2011 a 2015, el recibo eléctrico se ha encarecido un 10,23%. Así, según los cálculos de la CNMC, subió un 7,47 % en 2012, bajó en 2013 (un 1,96 %) y 2014 (un 0,21 %) para volver a repuntar este año.

En estos cuatro años se ha reducido la parte del recibo que se corresponde con la energía, que baja del 40 % al 35 %, mientras que aumenta la parte regulada impulsada por el coste de amortización del déficit de tarifa -que pasa del 6,44 % al 14,84 %.