El Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) presentará esta tarde, en el Club INFORMACIÓN, las principales conclusiones del Balance socioeconómico de la provincia 2003-2013, un extenso documento que desde el pasado domingo les viene desgranando este diario y que analiza la evolución reciente de la zona y los efectos que ha tenido la crisis sobre su tejido productivo, el mercado laboral o los servicios públicos, entre otros aspectos. Un trabajo que deja claro la pérdida de peso que ha sufrido la provincia en el conjunto de la economía nacional a lo largo de esta década pérdida de peso que ha sufrido la provincia como consecuencia de los déficits que presenta y de la falta de una mayor inversión pública.

El acto, que estará moderado por el director de INFORMACIÓN, Juan R. Gil, dará comienzo a las 19.00 horas y la entrada es libre, únicamente limitada al aforo del local.

El director de Proyectos de Ineca, Joaquín Melgarejo, será el encargado de desgranar e interpretar los datos que contiene el informe, mientras que el presidente del Instituto, Perfecto Palacio, dará a conocer las principales propuestas de la organización para superar la actual situación de desventaja en que se encuentra la provincia y recortar la importante brecha que nos separa de la renta media salarial o del nivel de ocupación del resto del país. Una brecha que, además, se ha agrandado en estos diez años.

Presión urbanística

El trabajo encabezado por el propio Melgarejo, junto con el profesor Francisco Llopis, también pone de relieve la importante presión urbanística que se producido en la provincia durante la última década -sobre todo en la primera parte, hasta el estallido de la burbuja inmobiliaria- que ha supuesto la recalificación de una superficie equivalente a 3,6 campos de fútbol cada día. Durante este tiempo, además, Alicante ha tenido que absorber más de 300.000 nuevos habitantes, lo que ha supuesto incrementar su población en un 20%.

Esta dependencia del sector del ladrillo ha provocado que las consecuencias de la recesión hayan sido mayores en la provincia, según Ineca, y que el peso de la producción de las empresas de la zona también haya retrocedido con respecto a las del resto del país.

El estudio también pone de manifiesto el déficit de formación que aún se da entre la población local. Así, por ejemplo, el porcentaje de alicantinos analfabetos aún es superior a la media, a pesar de las mejoras que se han producido en este aspecto, y la cifra de trabajadores con estudios superiores es menor que la del resto del país, a pesar de que se duplicó entre 2003 y 2013. Algo similar ocurre con los servicios públicos, con ratios por debajo de la media en sanidad, educación o justicia. Ineca también destaca la importante mejora de las infraestructuras que se ha producido pero señala que debería haber sido mayor si la inversión per cápita hubiera sido igual que en el resto del país.

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