El Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) señala a la infrafinanciación y las consecuencias del «boom» inmobiliario como grandes problemas económicos de la Comunitat desde 1990. El director de Investigación del IVIE, Francisco Pérez, y Joaquín Maudos, director adjunto (ambos catedráticos de Análisis Económico de la Universitat de València), informaban ayer sobre el balance de los 25 años de historia de esta entidad, que repasa cómo ha cambiado la economía valenciana y el impacto que la crisis.

En relación a estos dos grandes problemas, Francisco Pérez ha opinado que en ambos casos «se ha pagado el retraso a la hora de abordar problemas que se sabía que existían».

Desde 1990 el PIB per cápita de la Comunidad ha crecido un 27%, por debajo de la media nacional, que fue del 38%; la tasa de paro hoy es 8,2 puntos superior a la de hace 25 años y 1,2 puntos superior a la española; y la productividad del trabajo es un 9 % inferior a la media y «crece poco», según concluye este balance.

La crisis ha tenido mayor impacto en la Comunidad, cuya renta per cápita se ha alejado de la media nacional (11% inferior), el gasto público por habitante es un 20% inferior a la media y la financiación autonómica es «insuficiente», aunque actualmente la recuperación de renta y empleo está siendo más intensa que en el resto de España.

En este mismo periodo, la población valenciana ha aumentado un 9% más que la española y acumula el 15% del total de los extranjeros residentes en el país.

Desde 1995 hasta el estallido de la crisis se crearon 913.000 empleos en la Comunitat (pero en sectores poco productivos, ha advertido el IVIE); entre 2007 y 2013 se perdieron cerca de 450.000 empleos y desde entonces se han creado 134.000.

En 1990, la Comunidad tenía una tasa de paro del 14,2%, dos puntos inferior a la media nacional; en 2006 se alcanzó la tasa más baja, que fue del 8,33 % (8,45 % en España), y actualmente es del 22,4 %, 1,2 puntos por encima de la media. Por lo que respecta a las inversiones, a principios de los 90 se destinaba el 30% del PIB, mientras que en 2015 ha bajado al 17,5% y se ha concentrado en activos inmobiliarios poco productivos.