Felipe VI destacó ayer la «función fundamental» de las empresas familiares «como agentes generadores de riqueza y empleo», una labor que realizan «con una impronta propia, conservando las mejores tradiciones transmitidas de generación en generación». El Rey pronunció esas palabras en la inauguración del XVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que se celebra en Bilbao. Ante cerca de medio millar de empresarios, Felipe VI pidió colaboración para generar empleo, «sin duda, nuestra meta más urgente y más importante».

Un aurresku, danza vasca que se baila a modo de reverencia, dio la bienvenida al Rey. Felipe VI fue recibido por el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, y por el presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF), Javier Moll, y los asistentes al congreso se pusieron en pie para aplaudir su llegada. «Me alegra que este encuentro anual arribe a Bilbao, que tanto puede presumir en el ámbito industrial y empresarial», señaló el Rey antes de destacar los valores de la empresa familiar, «cuyo ejemplo y experiencia pueden aportar mucho a otras firmas y al conjunto de la economía española», y el trabajo que realiza el IEF, «un interlocutor de referencia integrado por más de cien empresas líderes».

Otro patrón de crecimiento

Felipe VI destacó que muchas de las grandes empresas son empresas familiares que han sabido compatibilizar su naturaleza con un mayor tamaño. «El tamaño y la presencia internacional son factores determinantes y conviene echar la vista atrás para ver como se ha producido un cambio significativo en el patrón de crecimiento de la economía española. En los últimos seis años se han elevado las exportaciones 12 puntos del PIB y se han ampliado el número de las empresas exportadoras en un 50 %, y es preciso profundizar en este patrón de crecimiento y sé que en ello están las empresas familiares, que pueden ser decisivas», afirmó el Rey, y apuntó que la dimensión mejora la productividad, la innovación, la exportación y el acceso a la financiación.

«Cuanto mayor sea el número de empresas exportadoras y más amplia la diversificación geográfica mayor será su aportación al PIB y a la creación de empleo de la economía española y nos dará mayor fortaleza y capacidad de resistencia ante cualquier crisis», afirmó también el Monarca.

Javier Moll, presidente del IEF y de Editorial Prensa Ibérica (grupo al que pertenece INFORMACIÓN) agradeció la presencia de Felipe VI, que «encarna los valores de unidad, concordia y respeto a la diversidad que caracterizan a España». También expresó su reconocimiento hacia el empresariado vasco por «su capacidad de resistencia y compromiso con la economía en los momentos más duros de la sinrazón».

Referente del debate

El XVIII Congreso de la Empresa Familiarse celebra el Bilbao con motivo de la creación en julio de la Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi (Aefeme), que completa la red del IEF. Moll señaló que los congresos del IEF se han convertido en un referente de debate empresarial «gracias a la labor de grandes empresarios que nos han precedido y que han dejado una honda impronta en el Instituto». Destacó que algunos de ellos han fallecido, como Rafael del Pino, José María Entrecanales, Emilio Botín, Armando Álvarez, Leopoldo Rodés o José Manuel Lara. En este último, que fue presidente del IEF, se detuvo Moll para destacar que «en un mundo en el que cada vez se nos pide elegir entre blanco y negro, entre posiciones antagónicas e irreconciliables, y por lo tanto a perdernos la enorme riqueza de los detalles, la figura de José Manuel Lara deviene en ejemplo y referente».

Moll aseguró también que, a lo largo de su historia, el Instituto que preside ha estado siempre enfocado al interés general de la economía española. «Nunca a costa de nadie ni contra nadie, siempre dentro de lo que creemos que es la filosofía de la propia economía», destacó recordando una frase de Lara.