La empresa familiar mostró ayer su músculo con la presentación de un estudio que destaca que España cuenta con 1,1 millones de compañías lideradas por familias, un tejido que mantiene siete millones de puestos de trabajo y que durante la crisis ha mostrado un compromiso con el sostenimiento del empleo mayor que el del resto de empresas. «Son la columna vertebral de la economía española» y «un bien social a preservar», afirmó con rotundidad Javier Moll, presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), durante la clausura del congreso que reunió en Bilbao a más de medio millar de empresarios y directivos. Moll considera que los empresarios familiares han hecho su trabajo y puso en duda el de los políticos.

«Nosotros como empresarios ya hemos puesto nuestra parte. Ahí están las estadísticas de cómo hemos actuado a lo largo de la crisis y no se puede entender que ellos se pasen el tiempo descalificándose unos a otros, es el momento de pensar de una forma más constructiva que redunde en la estabilidad política, que es absolutamente necesaria para que las empresas se desarrollen», afirmó el presidente del IEF en el único reproche de su discurso.

Antes había comentado los resultados del detallado estudio elaborado por la Red de Cátedras Universitarias de Empresa Familiar y el Servicio de Estudios del IEF para conocer el verdadero peso de las empresas con arraigo familiar. Representan el 90% de las sociedades de España, son responsables del 60% de la producción del sector privado y acaparan el 70% de los puestos generados. «En términos de empleo las empresas familiares aportan aproximadamente a la economía el doble de puestos de trabajo que las empresas no familiares», precisó Moll.

El presidente del IEF y de Editorial Prensa Ibérica (grupo al que pertenece INFORMACIÓN) destacó que el estudio aporta nuevas evidencias sobre el compromiso de los empresarios familiares con el empleo durante el periodo de crisis. Y es que el informe resalta que en 2007 por cada millón de euros facturados en la empresa familiar se creaban 4,7 empleos frente a los 3,1 en las no familiares, y que en 2013, cuando remitía la crisis, la diferencia había aumentado, creándose 5,1 empleos por millón facturado en las empresas familiares frente a 3 en las no familiares. «Esa diferencia se ha logrado con sacrificios y pérdidas de rentabilidad», apuntó Juan Corona, director general del IEF, durante la presentación del avance de resultados del macroestudio.

Durante el discurso de clausura del congreso, que había sido inaugurado el lunes por el Rey, Javier Moll destacó que el pasado mes el Parlamento Europeo aprobó una resolución «de gran trascendencia» en la que insta a la Comisión Europea y a los estados miembros a avanzar en el reconocimiento de la empresa familiar. Fue con el 83% de los votos.

«Existe un consenso de base muy amplio en el ámbito europeo sobre la necesidad de favorecer la continuidad y el crecimiento de las empresas familiares», afirmó Moll, que destacó que en el texto aprobado se señala que de las 450.000 empresas familiares europeas que cada año afrontan la sucesión, hay 150.000 que acaban cerrando, lo que provoca la pérdida de 600.000 puestos de trabajo.

La organización del XVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar realizó una encuesta con los cerca de medio millar de empresarios y directivos que participaron en el encuentro para conocer su opinión sobre la situación socioeconómica de España y sus expectativas.

Preguntados por cómo será el proceso de recuperación, el 82% destacó que habrá una moderada recuperación de la actividad económica, con una limitada creación neta de empleo; el 10% apuntó que la recuperación de la actividad será frágil, sin creación de empleo, y sólo el 8% espera una recuperación rápida con una intensa creación neta de empleo. No obstante, para 2016 el 69% espera un aumento de las ventas y la tasa se eleva hasta el 87% si se les pregunta para los próximos tres años.

Son menos optimistas en empleo. El 46% espera incrementar la plantilla en 2016 y el 66%, en los próximos tres años. Estos porcentajes son sensiblemente superiores a los registrados en la misma encuesta del pasado año. «A pesar de la vuelta a la creación neta de empleo, hay que mejorar la calidad y la estabilidad del mismo, sin olvidar que nuestro reto en común es recuperar todos los empleos perdidos durante la crisis», afirmó el presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Javier Moll.