El Tribunal Supremo ha avalado el uso de las demandas colectivas para reclamar los daños y perjuicios sufridos por la adquisición de productos financieros, al considerar que esta fórmula abarata los costes que suponen los procedimientos y evita además sentencias contradictorias. Hasta ahora muchos tribunales las habían rechazado al considerar que cada caso era distinto y no se podían agrupar. efe madrid