La buena marcha del sector turístico durante el pasado verano permitirá que Mariano Rajoy despida la legislatura dejando en Alicante exactamente el mismo número de desempleados que existía cuando llegó -209.800-, y alrededor de 6.600 ocupados más que entonces. Aunque, eso sí, este incremento del empleo se debe exclusivamente a las nuevas altas de autónomos y a la sustitución de contratos a jornada completa por otros a tiempo parcial, tal y como se desprende de los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, conocidos ayer.
Un balance algo diferente al que se registra en el conjunto del país, donde Rajoy sí que puede apuntarse el tanto de haber rebajado la cifra de parados -de los 4.998.000 que había en el tercer trimestre de 2011 a los 4.850.800 del mismo periodo de este año- pero, en cambio, no ha logrado recuperar el nivel de actividad ya que cierra su mandato con 18.048.700 personas trabajando, 435.800 menos que cuando empezó a gobernar. En cualquier caso, suficiente para que el presidente lanzara ayer las campanas al vuelo y advirtiera de que sólo su partido puede continuar rebajando el desempleo, en una valoración claramente electoral.
Los resultados del último trimestre han sido providenciales para conseguir estas cifras aunque, en el caso de Alicante, el recorte del paro y la creación de empleo fueron menores que en los mismos meses del año pasado. Así, el número de alicantinos que se declararon desocupados se redujo en 6.700 personas entre entre junio y septiembre, lo que rebajó la cifra total hasta los citados 209.800, el 23,39% de la población activa. Un número exactamente igual al que se registró en el tercer trimestre de 2011. Eso sí, por el camino la provincia ha llegado a rozar los 268.000 desempleados, en el último trimestre de 2013, cuando la tasa de paro superó el 29%.
Caídas en industria y construcción
En cuanto a la evolución de la cifra de ocupados, durante el pasado verano encontraron trabajo 5.500 alicantinos más, lo que elevó la cifra total de personas que tenían empleo hasta las 687.100. La mala noticia es que todo ese incremento se debió al sector servicios -que incluye la hostelería y el turismo-, que ganó 26.900 trabajadores. Por el contrario, se registraron notables descensos en la industria (-15.200) y la construcción (-5.500), debido al cierre estival de muchas empresas y a la perniciosa práctica de enviar al paro a los trabajadores temporales durante esta época para ahorrarse las vacaciones. También cayó el número de trajabadores activos en la agricultura (-700).
Gracias a este último empujón del pasado verano, el balance de la legislatura muestra un saldo positivo de 6.600 ocupados más en la provincia, ya que en el tercer trimestre de 2011 eran 680.500 los alicantinos que trabajaban. Claro que, si se analiza la composición del empleo, la comparativa ya no resulta nada favorable.
Durante estos cuatro años se ha disparado la cifra de autónomos sin trabajadores a su cargo -de 60.700 a 87.700-mientras que ha bajado notablemente el número de asalariados -de 567.400 a 538.800-. Pero, sobre todo, se ha producido un importantísimo trasvase de empleos a jornada completa hacia la contratación a tiempo parcial. En concreto, el número de trabajadores por horas ha aumentado en más de 25.000 durante los últimos cuatro años mientras que los empleados a tiempo completo descendían en casi 20.000 personas.
Estacionalidad
Por lo que respecta a las valoraciones del tercer trimestre, tanto UGT, como CC OO criticaron la excesiva estacionalidad del mercado laboral alicantino y la precariedad que se ha instalado. Así, a juicio de la responsable de Empleo de UGT en l'Alacantí, Yaissel Sánchez, los puestos de trabajo que se crean en la provincia «son cada vez más volátiles y precarios, y sólo contribuyen a maquillar las estadísticas». Su homólogo en CC OO, José María Ruiz Olmos, destacó, además, que este tipo de empleo es el caldo de cultivo más propicio para la «economía sumergida y el fraude». La patronal Coepa no realiza valoraciones de la EPA.
