El precio de la electricidad en los hogares españoles aumentó un 52% entre el segundo semestre de 2008 y el mismo periodo de 2014, lo que supuso un incremento de 81 euros en el megavatio por hora (MWh), casi el doble de los 42 euros por MWh de la media de los 28 países de la Unión Europea.

Según un informe comparativo entre los precios de la luz en Europa y los de Estados Unidos, elaborado por el experto en electricidad David Robinson, investigador senior del Oxford Institute for Energy Studies. esta subida ha llevado a España a ocupar el cuarto puesto en la lista de países europeos donde la luz fue más cara para los hogares en el último semestre de 2014, únicamente por detrás de Dinamarca, Alemania e Irlanda.

El incremento en términos porcentuales del 52 por ciento, está por encima de países del entorno como Francia (46 por ciento), Alemania (35), Reino Unido (26) e Italia (5).

Además, si se compara con Estados Unidos, el precio que pagan los consumidores residenciales españoles es más del doble que el que pagan las familias norteamericanas.

Sin embargo, según el documento, el precio medio de la luz para la industria ha aumentado a un ritmo mucho menor: un 9 por ciento para las empresas de tamaño medio y un 7 por ciento para las grandes compañías, porcentajes cercanos a la media de la Unión Europea.

«Las decisiones del Gobierno están afectando más a los consumidores que a la industria. Los consumidores más pequeños han sido más castigados», advirtió ayer Robinson en la presentación del informe «Análisis de los precios de la electricidad en la Unión Europea y en Estados Unidos: Una perspectiva española».

El experto achacó la mayor parte del incremento de la luz a la «cuña gubernamental», es decir, impuestos, tasas y otras regulaciones en materia energética que impone el Estado, y que explicarían casi tres cuartas partes (73 por ciento) del incremento del recibo eléctrico para el consumo residencial desde el inicio de la crisis.

Para la industria media, la cuña gubernamental ha supuesto el 28 por ciento del precio total, mientras que para las grandes empresas ha sido el 20. El experto destacó que los costes asociados a la intervención pública representaron en el segundo semestre de 2008 un 32 por ciento del precio de la electricidad en los hogares, mientras que de julio a diciembre de 2014 supusieron el 46 por ciento.

No obstante, el experto resaltó que el peso de la cuña gubernamental ha descendido ligeramente tras la reforma energética aprobada en 2013 por el Gobierno. «La cuña es un símbolo de intervención del estado, ineficiente y costoso. Si quieres un mercado liberalizado, hay que dejar de intervenir tanto en energía», apostilló.

Para reducir esta cuña gubernamental, Robinson recomendó al Gobierno español abrir el debate sobre el paso de la financiación de algunos de estos costes públicos mediante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) o un impuesto sobre el carbono y no a través del recibo de la luz.

Subvenciones

Entre estos costes propuestos, Robinson abogó por pasar a presupuestos los costes extrapeninsulares o algunas partidas de subvención a las renovables.

Por último, Robinson apuntó en su estudio que los precios de la luz en la Unión Europea han aumentado el 34 por ciento entre 2008 y 2014, frente al 18 por ciento en Estados Unidos. En el caso de la industria, el aumento ha sido del 22 por ciento en Europa y el 6 por ciento en territorio estadounidense.

Esta diferencia en el encarecimiento se debe en gran medida a una mayor regulación y un mayor aumento de la cuña gubernamental en la Unión Europea respecto a Estados Unidos.

«No hay mucha diferencia entre las tendencias de los costes de producción, la diferencia tiene que ver con el aumento de la cuña gubernamental», resaltó Robinson.