«La semana pasada fallecieron tres trabajadores en la Comunidad Valenciana y no vamos a esperar a que se repitan los índices de los años noventa para actuar». Así de contundente se mostraba ayer la nueva directora general de Trabajo y Bienestar Laboral, Cristina Moreno, tras confirmar a este diario que ha acordado un incremento de las actuaciones de la Inspección de Trabajo para el próximo año, con el objetivo de atajar el incremento de la siniestralidad laboral que se registra en los últimos mesesincremento de la siniestralidad laboral , tanto en la provincia, como en el conjunto de la autonomía.
De esta forma, se prevé que los inspectores realicen más de 10.000 visitas a otros tantos centros de trabajo de toda la Comunidad durante el próximo ejercicio para asegurarse de que se cumple la normativa de prevención de riesgos laborales, «un área que muchas empresas han descuidado durante la crisis económica», lamenta Moreno.
Las últimas cifras oficiales del Ministerio de Empleo parecen avalar esta hipótesis. Entre los meses de enero y agosto de este año el número de accidentes laborales registrados en la provincia se ha incrementado un 12,15%, al pasar de los 8.945 del año pasado a los más de 10.000 de este ejercicio, de los que 84 fueron graves y otros ocho resultaron mortales.
También en el conjunto de la autonomía la evolución ha sido similar, al contabilizar 29.723 siniestros en los ocho primeros meses del año frente a los 26.270 de 2014, de los que 232 revistieron gravedad y en otros 37 el trabajador acabó fallecido.
Frente a quienes justifican este incremento de la siniestralidad por el crecimiento de la actividad económica, la directora general niega la mayor -«los avances de afiliación y del número de accidentes no se corresponden», asegura- y, por el contrario, cree que tiene mucho más que ver con el aumento de la precariedad.
«Los trabajadores temporales reciben menos formación de la empresa y tienen menos tiempo para adaptarse al puesto de trabajo, es una combinación peligrosa», insiste. De ahí, que también se vaya a vigilar el uso que se hace de los contratos temporales y el abuso del empleo a tiempo parcial para evitar que oculten situaciones de economía sumergida, tal y como ya anticipó este diario el pasado 1 de octubre.
Campañas al «estilo DGT»
Junto con la actuación de los inspectores de Trabajo, la Generalitat también quiere reforzar la sensibilización de los propios trabajadores y de los empresarios. Para ello, está negociando con el Ministerio de Empleo para gestionar el próximo año una campaña de publicidad que pretende que sea «al estilo de las que realiza la Dirección General de Tráfico» con el objetivo de concienciar de las consecuencias de estos accidentes. Además, se realizarán campañas de formación para los empleados de algunos sectores en los que se ha detectado un incremento de las enfermedades profesionales. Sería el caso de las camareras de piso de los hoteles o de los trabajadores de las residencias de ancianos, que deben desplazar pesos importantes a lo largo del día y acaban con importantes problemas de columna.
Pero, sin duda, volverá a ser el sector de la construcción el que más atención reciba -está previsto que concentre el 40% de las actuaciones de vigilancia- dado el negro historial que acumula. Una mayor supervisión que coincide, además, con la recuperación del empleo que se ha producido en esta actividad económica con el inicio de nuevas promociones y la rehabilitación.
Aunque el cuerpo de inspectores de trabajo depende del Gobierno central, la Generalitat y el Ministerio de Empleo deben negociar cada año la programación de actividades de este organismo ya que las competencias en este materia están repartidas entre ambas administraciones.
