El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, informó ayer de que el Grupo Volkswagen sostiene que el fraude en el registro de emisiones contaminantes en once millones de sus vehículos no afecta al plan de ayudas al vehículo eficiente (PIVE), ya que la manipulación altera las emisiones de óxido nitrógeno (NOx) y no las de dióxido de carbono (CO2), que son las que contempla dicho programa. «Lo que nos han dicho es que las emisiones que regulan los planes de incentivos al vehículo eficiente no están afectadas por ese software. Hemos pedido documentación acreditativa de que técnicamente eso es literalmente así», declaró el ministro en Luxemburgo, en donde se han reunido los ministros de Competitividad e Industria de la UE en la que examinan el alcance del fraude en el mercado europeo.

Soria eludió aclarar si ello implica que el Gobierno renunciará a reclamar al fabricante alemán o a sus filiales las ayudas, ya que es algo que estudia el Ministerio, tanto a nivel «técnico» como «jurídico». Y recordó que son cerca de 700.000 vehículos los que el grupo ha vendido en España a través de sus distintas marcas con el motor trucado, pero que «no se sabe» cuántas de estas compras se han beneficiado de ayudas. Con este escenario, los ministros de Competitividad de la UE se mostraron a favor de acelerar la negociación de la nueva regulación ya en preparación que medirá las emisiones de los vehículos en carretera y no sólo en laboratorio, tras el fraude detectado en motores diesel de Volkswagen. «Sí, veo voluntad de los países para adelantar la entrada en vigor de la nueva regulación», en principio prevista para 2017, indicó al término del consejo de ministros la comisaria europea de Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska.

Por otra parte, el grupo Volkswagen pronosticó ayer que las investigaciones de la manipulación de motores diesel durarán varios meses y por ello ha cancelado la junta general extraordinaria de accionistas prevista para el 9 de noviembre. Volkswagen informó, tras una reunión del consejo de supervisión de siete horas celebrada, que para esa fecha «no será realista proporcionar respuestas fundadas que cumplan las expectativas de los accionistas».