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«Sólo me ofrecían trabajos en "b"»

En su país era visitadora médica pero, tras un año sin encontrar un empleo, Arlenett González montó una floristería

«Sólo me ofrecían trabajos en "b"»

Arlenett González llegó de su Venezuela natal hace dos años, siguiendo a su marido, que había hecho de avanzadilla de la familia. No le asustó que España se encontrara en medio de la peor recesión que se recuerda -«ustedes no saben lo que es una crisis», asegura- aunque sufrió sus consecuencias. «Los empleos que encontraba eran de comercial "puerta fría", de ir casa por casa y el primer mes te decían que estabas a prueba, sin contrato ni nada. Y todo era en "b". Yo no entendía por qué la gente no se quejaba», relata.

Ella decidió plantarse y, aunque en su país trabajaba de visitadora médica, las flores siempre habían sido su pasión y llegó a formarse en la Escuela Iberoamericana de Arte Floral. Por eso vio el cielo abierto cuando se encontró con una pequeña floristería en el barrio de Altozano de Alicante que se encontraba en traspaso.

No fue fácil. Tuvo la ayuda y el asesoramiento de la Agencia Local de Desarrollo para redactar el plan de empresa pero le fue imposible encontrar financiación. «Es normal, yo tengo mi registro crediticio allá y un permiso temporal», explica entre las orquídeas que abundan en la tienda que ahora regenta. Su suerte fue que consiguió vender la casa que tenía en Venezuela y con ese dinero pudo pagar el traspaso.

Planes de expansión

Transcurrido casi un año, no se arrepiente en absoluto. «Todos los comienzos son duros pero no me va mal», dice, con una sonrisa al tiempo que explica sus planes de expansión. Le acaban de dar una ayuda para poner en marcha la web, con tienda online, y, si todo va bien, el próximo año comprará el furgón para el reparto. Ganas y espíritu emprendedor no le faltan.

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