La sorpresa fue el denominador común ayer por la tarde. La Facultad de Educación acogía el acto de graduación de los cursos de postgrado de Organización de Empresas de la UA, en el que se titulaban 175 alumnos. Empresarios, profesores y estudiantes se habían dado cita en ese salón. En el guión, de hecho, aparecía que el conseller de Economía, Rafa Climent, tomaría la palabra. Sin embargo, no fue así. «Era un acto académico y queríamos respetarlo», se justificó diciendo el exalcalde de Muro. «Una vez acabado todo, ya he podido hablar con los empresarios, que me han hecho preguntas sobre el nuevo modelo productivo», añadió. La anécdota, en cualquier caso, sirvió para que algunos empresarios empezaran ya a hacer patente su malestar por la falta de contacto del responsable autonómico de Economía con la provincia, pese a que es un conseller alicantino, y era su primer acto público de este tipo aquí.
«Nos hemos quedado atónitos, porque era un aforo amable por el acto del que se trataba, y pensábamos que podía contarnos algo de sus políticas», explicaba uno de los empresarios. «Bueno, al menos, hemos acabado antes», comentaba otro en tono irónico. Sin embargo, lo cierto es que, en círculos empresariales, sí empezaron a mostrar sus quejas porque, hasta la fecha, ha habido pocas oportunidades para tener encuentros con el conseller y, para un acto público en el que participa, ni siquiera llega a exponer las líneas de sus políticas. Es más, llueve sobre mojado. Y es que el pasado mes de julio el exalcalde de Muro ya estuvo de visita oficial en Alicante y, concretamente, en su Ayuntamiento, aunque en aquel entonces no trajo consigo propuesta alguna no trajo consigo propuesta alguna más allá de una declaración de intenciones.
A ello, se suma la crisis de IFA y los mensajes que se lanzan desde el Consell poniendo en duda su viabilidad, sin que ahora se haya movido ficha. El temor, en este sentido, es que el sector valenciano al final se acabe imponiendo y dejen caer a la Institución Ferial Alicantina, sin que el conseller alicantino pueda hacer nada. Se suma la crisis de IFA, y otros frentes que hay abiertos en la provincia. «Somos conscientes de la importancia de IFA como elemento dinamizador de la provincia, pero tenemos que ver de qué forma se puede encauzar la situación», se limitó a decir Climent. Fue en este punto en el que el conseller hizo una llamada a la calma. Una llamada a la calma en la crisis de IFA en particular y en los proyectos de su Conselleria en general. «Nos gusta trabajar con rigor y hacer las cosas lo mejor posible, y eso no se consigue en 80 días. Tenemos que reflexionar las cosas muy bien y no equivocarnos, sea con nuevos modelos o con modelos que hay que reconstruir», argumentó.
