Las exportaciones alicantinas rompieron durante el pasado julio todos sus récords al superar por primera vez en la historia los 500 millones de euros en un solo mes, de acuerdo con los datos facilitados del Instituto de Comercio Exterior (ICEX). En concreto, el auge de industrias como las del calzado, el aluminio o el plástico, junto con la recuperación del sector agroalimentario tras meses de lucha contra las consecuencias del veto ruso, permitieron a las empresas de la zona facturar hasta 530,5 millones de euros en el extranjero, la mayor cifra de la serie que ofrece el Ministerio de Industria y un 20,1% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Con esta cantidad, las exportaciones acumuladas en lo que va de año ya alcanzan los 3.239 millones de euros, un 11,4% más que en 2014. De esta forma, la provincia duplica el ritmo de crecimiento registrado a nivel nacional, que en julio se situó en el 8,9% y en los siete primeros meses del año en el 5,5%, según las mismas fuentes.
Por sectores, el calzado se mantiene como el producto alicantino más demandado en el extranjero y con mucha diferencia. Y, de hecho, lo que sorprende es que, a pesar de los volúmenes que ya maneja, continúe registrando incrementos de facturación cercanos al 20% en tasa interanual. Toda una prueba de que la apuesta por el diseño, la internacionalización y la diversificación de mercados iniciada en los noventa ha supuesto todo un acierto.
En el caso del pasado mes de julio, los fabricantes y distribuidores de Elche, Elda y Villena enviaron al extranjero 179 millones de euros en mercancía -el 33% de todas las exportaciones de la provincia-, y desde el inicio del año la suma asciende a 962 millones, según los registros oficiales.
Junto al sector zapatero, las estadísticas aduaneras también reflejan un fuerte incremento en las ventas de otros productos industriales de la zona, como los laminados y piezas de aluminio, que prácticamente triplican sus cifras con respecto a julio de 2014, al contabilizar 30,2 millones; las manufacturas de plástico (29,1 millones, +8,1%); las de piedra natural (15 millones, +4,1%) o las de juguetes que, tras acusar los efectos del desplome del mercado ruso durante casi un año, parece que empiezan a levantar cabeza y en julio suman 13,3 millones, un 16,4% más.
No obstante, sin duda una de las claves del récord histórico de ventas se encuentra en la recuperación experimentada en el sector agroalimentario, que vuelve a cifras positivas y también parece haber dejado atrás las consecuencias del veto impuesto por el Kremlin a las importaciones procedentes de la UE por el conflicto en Ucrania. Así, los envíos de conservas al extranjero crecen un 15,1%, los de frutas un 50,7% y los de hortalizas un 62,4%, aunque en esta evolución también influye el hecho de que la sequía fue menos intensa este año que en 2014, lo que permitió mejores cosechas en algunos cultivos.
Más demanda en Francia
En cuanto a los destinos, la mejor noticia es que se recupera la demanda en el que tradicionalmente ha sido el principal mercado de los empresarios alicantinos en el exterior: Francia. En julio, la facturación en este país alcanzó los 90,6 millones, un 25,4% más, lo que sitúa el acumulado del año en los 550 millones, un 5% más.
Dentro de la Unión Europea, también siguen al alza los envíos a Alemania (75 millones, +19.4%), Italia (32,1 millones, +26,4%), Portugal (24 millones, +11,0%), Bélgica (20,1 millones, 37,8%) o los Países Bajos (15,6 millones, +46,5%). Y eso a pesar de que la economía de muchos de estos países no muestra, precisamente, signos de mucha vitalidad.
Fuera de la UE, donde ayuda la devaluación del euro, destaca el buen momento de las ventas en Estados Unidos o Inglaterra, pero también en los países del Magreb y en Oriente Medio. Entre los principales clientes de los exportadores alicantinos, sólo China -además de la ya citada Rusia- sigue en cifras negativas ante la ralentización de su economía.
