El vicepresidente ejecutivo de Fundesem, Miguel Rosique, fue el responsable de abordar los nuevos modelos de gestión que se están implantando en las empresas y señaló que en los últimos años «se ha abusado del «soft management». Es decir, que muchos ejecutivos se han esforzado más «por caer bien a sus equipos que por adoptar decisiones de negocios que beneficien a la empresa». Frente a esto, Rosique abogó por un modelo en el que los ejecutivos recuperen sus dotes de liderazgo y usen el poder que tienen, un modelo que denominó «poderazgo». Eso sí, para ello también apuntó que son necesarios líderes «mejor formados y capacitados», que sepan actuar con firmeza desde valores como la lealtad. También lamentó que en muchas ocasiones se haya perdido el rigor en los análisis que se realizan y que se haga «un copia/pega» de modelos del pasado. d. n.