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La batalla por el cobro en los cajeros divide a las entidades bancarias de la provincia

La nueva alianza formada por el Sabadell, Bankia y la red Euro 6000 contra la comisión de dos euros controlará el 48% de los terminales de Alicante

La batalla por el cobro en los cajeros divide a las entidades bancarias de la provincia

Los frentes ya han quedado establecidos. La alianza que ayer firmaron el Sabadell, Bankia y las entidades de la red Euro 6000 para no cobrar ningún recargo a sus clientes por la utilización de sus cajeros consagra la división que se ha producido en el sector a raíz de la decisión de los tres grandes -la Caixa, BBVA y Santander- de aplicar una nueva comisión de dos euros por la retirada de efectivo en sus terminales a los usuarios de otros bancoscomisión de dos euros por la retirada de efectivo . Una batalla que, en el caso de la provincia, parece inclinarse a favor de los primeros, ya que los firmantes del pacto acaparan el 48% de todos los cajeros activos en Alicante, frente al 40% que aproximadamente concentran quienes sí quieren cobrar los dos euros y el 10% del resto de entidades que, como el Popular, Cajamar y otras rurales, no se han sumando al acuerdo pero tampoco tienen previsto aplican el nuevo recargo.

El pacto suscrito entre el Sabadell, Bankia y la red Euro 6000 -en la que están incluidas Kutxabank, Ibercaja, Liberbank, BMN, Abanca, Unicaja, Caja España, CajaSur, Caixa Ontinyent, Colonya Caixa Pollença y Cecabank- supone que «cada una de las participantes se compromete a no cobrar a los clientes del resto de las intervinientes ningún recargo por el uso de sus cajeros, así como aplicar a sus propios clientes condiciones favorables cuando realizan reintegros en los cajeros del resto», según el comunicado conjunto que ayer remitieron.

Es decir, que la comisión que en la actualidad carga el banco emisor de la tarjeta por su uso en terminales de otras entidades no desaparece, aunque los firmantes se comprometen a rebajarlas al mínimo. De esta forma, el hecho de que un cliente que pueda retirar efectivo completamente gratis de todos los cajeros de la nueva red dependerá de la política comercial de su propia entidad que, en la mayoría de los casos, las suprime para aquellos clientes que tienen domiciliada la nómina o que contratan determinados productos.

En el conjunto de España, la nueva alianza contará con casi 18.000 terminales, el 37% del total. Un porcentaje que será sensiblemente superior en la provincia de Alicante debido a la fuerte implantación del Sabadell y de Bankia en la zona. Así, el banco catalán que absorbió la CAM cuenta con 673 de los 1.973 cajeros que existen en Alicante; la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri suma otros 154 y el resto de entidades de la red Euro 6000 cuenta con 128 más. En total, 955 que suponen el 48% de la red.

El acuerdo, además, permanece abierto a la incorporación de nuevos socios y, de hecho, desde el sector confirman que Bankinter ya estaría negociando su entrada. También podrían hacerlo la citada Cajamar y la gran incógnita es la postura del Popular. De momento, el banco presidido por Ángel Ron ha llegado a un acuerdo para compartir cajeros con ING y todo apunta a que su estrategia pasará por firmar pactos de no agresión individuales con distintas entidades.

Plantar cara a los grandes

La nueva alianza es la reacción de la banca mediana a la estrategia iniciada por la Caixa -y que en breve aplicarán el BBVA y el Santander- para cambiar las reglas que hasta ahora regían las redes de cajeros. La entidad catalana empezó a cobrar en abril dos euros en concepto de utilización de la terminal a aquellos usuarios que no eran clientes suyos y lo justificó por el coste de mantenimiento de los aparatos y la inversión realizada en desarrollar la tecnología.

Sin embargo, lo cierto es que si todo el sector se hubiera sumado a esta estrategia, como seguramente esperaban sus impulsores, hubieran sido las grandes entidades con implantación en toda España las más beneficiadas, ya que sus extensas redes hubieran sido un aliciente para conseguir nuevos clientes. Pero las entidades medianas y pequeñas han decidido plantar cara y se han aliado para suplir su falta de red, consiguiendo así unir un número de terminales muy superior al que posee cada uno de los tres grandes por separado, que sí se cobran comisiones entre sí.

El problema es que, como ya ha dejado claro el Banco de España, la ley no permite cobrar dos veces por un mismo servicio -la nueva comisión de dos euros y la que cobra el emisor de la tarjeta-, y será muy difícil que el sector se ponga de acuerdo. Por el momento, lo que ha hecho la Caixa es mantener los dos euros y dejar de cobrar la tasa de intercambio que cargaba al emisor de la tarjeta, pero eso no significa que éste deje de cobrar a su cliente si considera que le corresponde. Así, las espadas siguen en alto.

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