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Fondos extranjeros tantean a los promotores alicantinos

Grandes grupos de inversión quieren entrar en el negocio de la vivienda vacacional en la Costa Blanca

Fondos extranjeros tantean a los promotores alicantinos

Llevan años comprando carteras de crédito, centros comerciales y hasta edificios de oficinas o solares, aprovechándose de los precios de saldo que dejó el estallido de la burbuja inmobiliaria. Pero, ahora, los grandes fondos de inversión internacionales han descubierto que la recuperación del sector del ladrillo también puede ser un buen negocio y, más concretamente, la notable demanda de segundas residencias que se registra en la Costa Blanca, impulsada sobre todo por los compradores extranjeros.

Por eso, según ha podido saber este diario, varios de estos fondos han empezado a contactar con empresarios de la zona en busca de socios con los que poner en marcha sus propias promociones y formar parte de esta recuperación. Una alianza que no desagrada a los promotores consultados, que ven en estas propuestas una vía de obtener la financiación que la banca todavía les deniega.

Eso sí, los fondos están seleccionando sólo aquellas compañías que consideran solventes y que han sido capaces de mantener su actividad durante estos años, a pesar de la crisis económica.

«Aunque se han recortado mucho durante este tiempo, los márgenes aún son considerables en el sector. Hablamos de un margen bruto que puede oscilar alrededor del 15%, que se queda en un 5% o un 6% neto. Ahora mismo hay pocos negocios que ofrezcan esta rentabilidad», explica uno de los promotores que ha sido tentado por uno de estos fondos, para justificar el interés que despierta el negocio.

Lo cierto es que las cifras empiezan a ser algo más que importantes. De acuerdo con los datos del Colegio Notarial de Valencia, sólo durante el año pasado los extranjeros compraron 16.443 viviendas en la Costa Blanca; mientras que los residentes de otras provincias adquirieron otras 4.876. En total, más de 21.000 segundas residencias que supusieron unos ingresos para la economía local de 2.421 millones de euros, una cantidad muy significativa que da una idea del beneficio que se puede obtener.

Lo que buscan estos fondos son socios con el conocimiento del mercado necesario y con los medios técnicos y humanos para poner en marcha las promociones y hacerse cargo de su comercialización. En este sentido, no se les escapa que una de las claves de la pronta recuperación de las ventas que ha registrado el sector en la provincia, y muy especialmente en la Vega Baja, radica en la extensa red de ventas que los promotores de la zona han tejido desde hace décadas por toda Europa. Una red de intermediarios que les ha permitido desalojar el stock de viviendas que tenían mucho más rápido que otras áreas turísticas españolas y que se apoya, también, en las generosas comisiones que pagan los empresarios, también mucho mayores de lo acostumbrado en otros destinos, según las fuentes consultadas. De hecho, no es raro que estas comisiones superen el 10%.

Por su parte, los fondos lo que ofrecen es, básicamente, dinero para financiar las distintas fases de la obra, un bien muy escaso en estos momentos, a pesar de que algunas ya han anunciado su intención de volver a prestar dinero al sector del ladrillo. De momento, eso sí, todavía no se ha cerrado ningún acuerdo concreto.

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