El empresario jerezano José María Ruiz Mateos llegó a contar en los años de gloria de su «holding» Rumasa con cuatro de los hoteles emblemáticos de Benidorm -Ocas, Dálmatas, Garzas y Pelícanos- con cerca de 2.000 habitaciones gestionadas por la marca Hotasa.

La expropiación del «holding» acabó con su imperio hotelero pero los establecimientos no llegaron a cerrar y hoy siguen operativos y a pleno rendimiento gestionados por el grupo Sol Meliá (Pelícanos y Ocas); el grupo Poseidón -la empresa del expresidente de Hosbec Pere Joan Devesa se quedó con el hotel Garzas en 1995 y hoy el hotel es su buque insignia con el nombre de Poseidón Playa, y el grupo Port Hotel, propiedad del presidente de la patronal, Antonio Mayor, quien se tiene en propiedad en hotel Dálmatas, uno de los establecimientos que este año cerrará por temporada para someterse a una profunda renovación.

Ruiz Mateos intentaría en los años 90 pilotar una operación de recompra de los hoteles que había adquirido Meliá -hoy propiedad de un fondo de inversión pero bajo la gestión del grupo de Escarré- con Nueva Rumasa en alianza con empresarios locales de Benidorm (el jerezano compraba y estos gestionaban) y en su oferta incluyó la puja por los hoteles Riverar-Reymar, pero la operación no llegó a cuajar.

En otro ámbito económico, el empresario jerezano se hizo con la mayoría de las acciones del Banco Alicantino del Comercio en 1970, una entidad que hizo crecer con numerosas delegaciones en la provincia -llegó a tener 18 sucursales- y para el que construyó una nueva sede en la Rambla. Como el resto de su imperio, fue expropiado por el Gobierno en 1983 y un año más tarde fue adjudicado a Banesto.

Otras empresas del grupo que tuvieron delegación en Alicante fueron el Banco Atlántico, el Banco Peninsular, Galerías Preciados, Seguros Minerva o Construcciones Hispano-Alemanas.

Más tarde, cuando reconstruyó su imperio en los noventa y la primera década de esta siglo, tuvieron presencia comercial en la provincia flanes Dhul, Clesa o Royne, entre otras. Todas ellas fueron luego vendidas a otras compañías cuando el grupo de la abeja entró en concurso de acreedores en 2011.