La intervención de urgencia del banco central chino de este martes logró estabilizar ayer las bolsas asiáticas, que suavizaron sus caídas en China y Hong Kong y se recuperaron en el resto del continente. En una jornada muy volátil y con continuos altibajos, en la que la evolución de los índices de referencia volvió a asemejarse al perfil de una montaña rusa, la gran mayoría de los selectivos continentales cerraron al alza, excepto los de Shanghái, Shenzhen y Hong Kong. El «doble recorte», de tipos de interés y coeficiente de caja, anunciado por el Banco Popular de China (banco central) surtió efecto y, a pesar de que no consiguió que las bolsas del país regresaran al verde, sí atajó la sangría y devolvió la confianza en la segunda economía mundial a los inversores internacionales.

En el caso de la Bolsa española, los inversores optaron por recoger las ganacias de la fuerte rebote del día anterior, lo que provocó que el selectivo Ibex 35 descendiera un 1,29% y perdiera el nivel de los 10.000 puntos. Unos descensos similares a los registrados en el resto de plazas del continente.

También influyeron las declaraciones del economista jefe del Banco Central Europeo, Peter Praet, quien aseguró que el supervisor europeo actuará sin ambigüedad en el caso de que la estabilidad económica se vea amenazada por la caída de los precios del petróleo o la incertidumbre sobre China. En la misma línea, el presidente de la reserva federal de Nueva York y uno de los pesos pesados de la FED, William Dudley, enfrío ayer las expectativas de una posible subida de tipos en Estados Unidos en septiembre por las recientes turbulencias, que era otro de los temores de los inversores.