Las caídas de las bolsas este lunes, tanto europeas como americanas y sobre todo asiáticas de entre un 3 y un 8% han sido de las peores de los últimos tres años y ha hecho que la mayoría de periódicos generalistas abriesen con este tema destacado en sus portadas tras un "lunes negro".

Ahora hay dos cuestiones por conocer, y ambas totalmente interconectadas: ¿afectará China a la economía mundial? y ¿China provocará un crash bursátil

Es cierto que China está creciendo menos de lo que lo hacía, pero es algo que estaba previsto, de hecho el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe de abril anunció subidas "únicamente" del 6,8% para 2015 y del 6,3% para 2016; números que por otra parte no ha modificado en su revisión de julio.

Hay dos factores más que han alertado a los mercados:

Por una parte la devaluación del renminbi (la divisa equivalente al yuan), y otras medidas (bajadas de tipos de interés, intervención en las bolsas, cambio del tipo de encaje de los bancos…) que demuestra la ralentización comentada antes y que perjudica mucho a los exportadores, importante, teniendo en cuenta que China es el principal comprador del mundo.

Por otra, la falta de confianza hacia los informes que llegan desde Pekín; precisamente las medidas tomadas mencionadas anteriormente han causado esta desconfianza.

Ahora bien, de aquí a pensar en una nueva crisis mundial media un abismo; y también hay varios factores que lo explican:

1. Precisamente, las políticas expansivas pueden provocar, si se hacen de una forma coherente, complementadas con otras, que esta ralentización sea moderada, ayudada por una partida importante como son las exportaciones y que habían bajado sobremanera.

2. Aunque estas políticas provocan que China compre menos o más barato también ayuda a un descenso de los precios de las materias primas como petróleo, cobre… (algo que ya llevaba ocurriendo hace meses, entre otro por este motivo) lo cual beneficia a los países compradores, que son la mayoría en el mundo, entre ellos nosotros.

3. El detonante ha sido las caídas de las bolsas chinas, sin embargo hay que distinguir la bolsa interna, la que solo pueden comprar su población y la de Hong Kong, abierta a todos los inversores. La primera estaba en plena burbuja bursátil (ayudada por intervenciones de su Gobierno), mientras que la segunda tenía un comportamiento moderado. Así vemos como la bolsa de Shanghái hasta el 31 de mayo subía un 42,57% mientras que la de Hong Kong un 16,18%, la diferencia era abismal y ahora se ha compensado.

4. La primera potencia mundial y primer país del que importa China, los Estados Unidos, afrontarán en breve una subida de tipos de interés más que necesaria por sus niveles de pleno empleo y de inflación. En caso de que China desestabilizara podrían retrasarlo, algo que sin ser positivo, animaría a los mercados bursátiles en el corto plazo.

5. China no es el único factor que ha provocado una bajada en los mercados, a eso hay que añadir justamente las posibles subidas de tipos en EEUU (que serían beneficiosas aunque no lo parezca) y el nuevo problema político en Grecia. Todo esto junto, en un mes de agosto donde hay mucho menos volumen y es mucho más fácil provocar bajadas que pueden ser más o menos intencionadas aprovechando la coyuntura gracias al pánico que provoca y a la poca contrapartida de inversores profesionales.

Desde luego, no parece el inicio de una nueva crisis, pero sí es cierto que hay que estar pendientes de este tema, la población debe mantener su confianza en el crecimiento actual y los pequeños inversores sostengan sus estrategias a pesar de los "ruidos" que llegan.

@luisgarcialanga. Experto de iAhorro.com