La recuperación del mercado inmobiliario alicantino se consolida. Durante el primer semestre del año se vendieron en la provincia nada menos 13.111 viviendas, lo que supone un 6,5% más que en el mismo periodo de 2014 y el mejor registro de los últimos siete años. En concreto, habría que remontarse hasta 2008 para encontrar un número de transacciones superior en los seis primeros meses del ejercicio, ya que entonces se vendieron 19.013 casas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

Aunque la tendencia al alza ha sido generalizada desde el arranque del año, en estos buenos resultados han tenido especial incidencia los datos de junio, cuando se produjo un repunte de más del 20% en las operaciones formalizadas. Sólo en este mes se registraron 2.367 compraventas frente a las 1.965 de un año atrás. Un incremento tres puntos superior a la media nacional.

Eso sí, la evolución es muy distinta según la tipología de la vivienda ya que todo el incremento de ventas se concentra en los pisos y casas de segunda mano. En el caso del mes de junio, las transacciones que implicaban inmuebles usados se dispararon un 67% en tasa interanual, mientras que las de viviendas de obra nueva descendieron un 36,8%. Algo lógico, por otra parte, si se tiene en cuenta que el stock disponible de pisos nuevos acabados cada vez es menor tras el parón que sufrió la construcción al estallar la burbuja inmobiliaria.

Además, como han apuntado en los últimos meses desde la Asociación Provincial de Promotores, estos datos, extraídos del Registro de la Propiedad, no reflejan las ventas de apartamentos sobre plano que se están produciendo desde hace un par de años, a medida que el sector empieza a recuperar el pulso y las grúas vuelven a moverse.

En este incremento de las ventas ha sido clave la mejora sostenida de la demanda de los compradores extranjeros, que hace ya al menos tres años que vienen incrementando sus compras; y más recientemente la reactivación de la demanda interna gracias, entre otras cosas, a que los bancos han empezado a abrir el grifo de la financiación y vuelven a conceder hipotecas.