La deuda pública bajará al 98,2% del PIB a finales de 2016, por debajo del 98,7% previsto para este año, mientras que el Tesoro Público lanzará en los mercados emisiones brutas por importe de 231.175 millones de euros, de acuerdo con el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado de 2016, que mejora en dos décimas la estimación para 2015 y en tres la de 2016.

Según el Gobierno, la evolución de la ratio deuda pública sobre el PIB en 2015 y 2016 viene determinada por dos factores. En primer lugar, por la intensa consolidación fiscal de las Administraciones Públicas que se habrá llevado a cabo en estos dos ejercicios.

En segundo lugar, porque a diferencia de lo ocurrido entre 2010 y 2013, esta ratio no se ve afectada por el impacto del Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico, el Fondo para la Financiación de los Pagos a Proveedores, los programas de asistencia financiera a Portugal e Irlanda, o el préstamo para la recapitalización del sistema financiero español llevado a cabo por el Mecanismo Europeo de Estabilidad.

Por todo ello, para 2016, el Gobierno espera que se estabilice el coste al que se efectúan las emisiones, con lo que el ratio de intereses de la deuda del Estado sobre el PIB experimentará, por primera vez desde 2008, una caída. En concreto, el pago por intereses de la deuda en 2016 alcanzará los 33.490 millones de euros, un 2,93% del PIB.

Al igual que en los últimos años, la práctica totalidad de las emisiones brutas previstas se concentrará en letras del Tesoro y en Bonos y Obligaciones del Estado. Igualmente, se contempla la posibilidad de completar esta financiación con emisiones de otras deudas y en otras divisas, "según las oportunidades que ofrezca el mercado financiero".

El endeudamiento neto del Tesoro Público en 2016 ascenderá a aproximadamente a 49.500 millones de euros. Las letras del Tesoro aportarán financiación neta por importe de alrededor de 4.000 millones y los bonos y obligaciones, junto con el resto de deudas en euros y en divisas, aportarán la financiación neta positiva necesaria para cubrir el resto de la financiación neta prevista.