El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no dudó ayer a la hora de calificar de positivos los datos de la EPA, que en la Comunidad Valenciana ponen en evidencia un descenso en 30.400 personas en la cifra de desempleados, situando así la tasa de paro en el 23,02%. No obstante, el jefe del Consell admitió que el empleo que se está generando se caracteriza por la excesiva precariedad y criticó que los salarios son inferiores a lo que sería lo «razonable». Ante este escenario, defendió la necesidad de impulsar una reforma del modelo productivo que incida en la creación de empleos de calidad. Para ello, consideró que la clave pasa por ahondar en el diálogo social con empresarios y sindicatos.
En términos muy similares se mostró la secretaria autonómica de la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, María José Mira, quien se mostró partidaria de aplicar «políticas de empleo estables y de calidad, que valoren la capacidad de nuestros profesionales y de nuestros jóvenes, altamente cualificados y que en la mayoría de los casos deben abandonar nuestra Comunidad». Para ella, la salida también pasa por incidir en el diálogo social, implicando a todas las partes. El objetivo, según señaló la secretaria autonómica, no es más que «consensuar medidas que motiven al empresario a consolidar los puestos de trabajo».
