La escuela de negocios Fundesem celebró ayer en el Teatro Principal de Alicante la clausura de su curso académico, en un acto que también sirvió para entregar los diplomas a los 151 graduados en sus másteres. Por primera vez, el acto contó con la presencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que pronunció el discurso que cerró la ceremonia ante un auditorio repleto de público.

El decano de la escuela, José Santacruz, dio la bienvenida a los asistentes al que calificó como un «acto singular que refleja la filosofíca educativa de la escuela, sustentada en tres pilares: la eficiencia académica, la cultura del esfuerzo y el aprendizaje a través de la metodología del caso». Santacruz recomendó a los nuevos graduados «que aprovechen su tiempo, asuman riesgos» y practiquen la «prudencia con responsabilidad». El decano de FBS quiso rendir homenaje a Jaime Balaguer, vicepresidente de la escuela fallecido hace unos meses, un recuerdo que el auditorio respondió con un caluroso aplauso.

A continuación tomó la palabra José Manuel Muriel, consejero delegrado del grupo Nautalia, que ofreció una conferencia magistral en torno a los retos a los que se enfrenta un gestor ante a una crisis provocada «por una pérdida de valores». Muriel apuntó ante los nuevos diplomados las dos principales características que debe tener un buen gestor: «soportar la presión y disfrutar con los retos».

Tras la entrega de los diplomas a los 151 graduados, el presidente de la Generalitat tomó la palabra para pronunciar el discurso de clausura, que arrancó con un reconocimiento a los 50 años de FBS «al servicio del tejido empresarial de la provincia». Puig apostó por un nuevo modelo productivo basado «en el conocimiento, la investigación y el desarrollo innovador», felicitó a los graduados, y les animó a que «perseveren en la senda del esfuerzo».